martes, 29 de diciembre de 2009

Margot Tenembaum








La indescriptible e incomunicable magia que los personajes fracasados irradian en mi espíritu, eso es lo que veo en cada erótica y bellísima fotografía. El vivaz optimismo que en las profundidades del pesimismo y la desdicha brota, intrínseco al mismo y, por tanto, inextirpable. Lo que cada estudiadísimo fotograma de Wes Anderson trasmite. Espectacular, maravilloso, pequeño y excéntrico. El cine, su cine, ella, la vida.

Melancolía, de Munch.



"Pero la mayoría de las veces rehusamos reconocer esta verdad, semejante a una medicina amarga, de que el dolor es esencial a la vida y no nos invade desde fuera, sino que cada uno lleva en su interior el manantial inagotable de él. Buscamos siempre una causa externa, un pretexto, por decirlo así, de dolor, que sin embargo, no se separa nunca de nosotros; como el hombre libre que se crea un ídolo para tener un amo. Queremos, de deseo en deseo, y aunque ninguna realización, por mucho que prometa, puede satisfacernos, y no veamos en seguida en ella más que un error humillante, nos empeñamos, sin embargo, en no comprender que estamos haciendo el trabajo de las Danaides, y corremos sin cesar hacia nuevos deseos.

(…)

Esto continúa así hasta el infinito, o bien(lo que es más raro y supone ya cierta fuerza de carácter) hasta que encontramos un deseo que no podemos satisfacer ni abandonar; poseemos entonces lo que buscábamos, a saber, una cosa a la que podemos acusar en todo momento de ser la fuente de nuestros dolores, en vez de acusar a nuestro propio ser; esta cosa nos malquista con la suerte, pero nos reconcilia con la vida, porque aleja de nuevo de nuestro espíritu la creencia de que el dolor es parte integrante de la existencia y de que toda satisfacción es imposible. El resultado definitivo de esta metamorfosis es una disposición ligeramente melancólica. El hombre lleva entonces en sí un grande y único dolor que lo hace olvidar todas las alegrías y todas las aflicciones menores. Esto constituye una actitud más digna que el fenómeno habitual de una carrera incesante en persecución de fantasmas, que varían constantemente."

Schopenhauer. El mundo como Voluntad y Representación

viernes, 18 de diciembre de 2009

Nuestra época



¿Podemos burlarnos de todo? Por nuestra salud, mejor que así sea.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Periodismo rabioso

Ayer, día 13, se celebraron diversos referendos no vinculantes a modo de sondeo público en determinadas localidades catalanas en las que existe una poderosa fuerza política independetista. Por supuesto, la pregunta que vasculó la dirección del pulgar del ciudadano versaba sobre la autonomía nacionalsita de Cataluña. Desde que surgió el problema del Estatut, el PP ha sido siempre enemigo mordaz de todo lo referente al catalanismo, luchando contra los "abusos" de una corriente política tan válida como las demás. Por supuesto, esta estúpida guerra de frentes ha conseguido avivar el debate independentista en la región catalana y la situación general de crispación y desarraigo, el aumento de, como titula el editorial de El País, la desafección catalana.

Es lógico que el nacionalismo español y las visiones unionistas teman el independentismo por las consecuencias que acarrea, por la demagogia histórica y cultural que puede conllevar y sobretodo, por los métodos políticos que en su defensa se han podido llevar a cabo, pues aunque dudo mucho que las cosas lleguen a los límites que ciertos medios de comunciación marcadamente conservadores pretenden presentar, tampoco puedo negar que muchas de las políticas catalanas tienen un cierto componente diferenciador que busca la concienciación de la identidad catalana como una cultura ajena a España que merece una autonomía gubernamental(Hablo de la educación y la pérdida de horas lectivas de la lengua castellana, de los casos de multa a los comercios que rotularon sus carteles sólo en castellano, la contratación de traductores para tratar con diplomáticos sudamericanos que entienden perfectamente el castellano, la nueva normativa de cine que obliga a las distribuidoras ofrecer un alto porcentaje de películas dobladas al catalán sin atender a las repercusiones económicas que ello puede tener en las empresas, etc). Sin embargo, la actitud de la derecha política es desmesurada, el Estatut fue recurrido al constitucional por el PP en noventa y pico artículos, siendo muchos de ellos un calco de artículos de otros estatutos autonómicos a los que el PP no puso pega alguna. La decisión de los 12 periódicos de firmar un editorial conjunto en defensa del Estatut(con el que el constitucional lleva largo tiempo trabajando sin concluir en una resolución final) fue duramente criticado en los medios conservadores, tildando el acto de asesinato a la libertad de prensa, como si, obviando las posibles influencias políticas basadas en intereses privados, la decisión de unir diferentes medios en una única opinión que los represente fuese un acto coaccionado o resultase malvado en sí. Si a esto le sumamos la incultura general que provoca el insulto y desprecio a los catalanes por el mismo hecho de serlo, como si catalán significase independetista del mismo modo que algunos indeseables confunden vasco con etarra, el asunto de los boicots y demás parafernalia agresiva y destructora, es extremadamente normal que el catalanismo antiespañol crezca con rapidez. Esto se transforma en un inevitable circulo vicioso, en el que el independentista asocia al español con los toros y la falange y el españolista asocia al catalán con la quema de contenedores y la tacañería egoísta. Se suceden en un huracán de vilipendio y odio mutuo los insultos y las agresiones verbales cuya única consecuencia es la cada vez mayor escisión entre la identidad catalana y la española. Freud y su teoría del narcisismo de las pequeñas diferencias tiene mucho que decir al respecto.

Esta vorágine de enfrentamiento se ve bien reflejada en la sociedad catalana, harta del injusto y demagógico San Benito que la derecha española le ha impuesto. De ahí a que exista una mayoría independentista, hay una buena diferencia, ejemplo práctico han sido los mismo referendos, en los que inmigrantes y mayores de 16 años podían participar, y en el que aunque la votación ha sido mayoritariamente pro-independentista, apenas ha acudido a posicionarse un 30% de los censados. ¿Qué significa esto? Estas circustancias deben advertir que existe una poderosa fuerza independentista en Cataluña, pero que sin embargo esta no merece ser la única fuerza representante del pueblo catalán en las decisiones políticas, pues existe una gran cantidad de catalanes reacios al independentismo, o simplemente, indiferentes.

Lo que quizá tampoco sea conveniente es actuar como lo hace El Mundo, que en un interesante alarde de mal periodismo, decide no sólo atacar el movimiento popular independentista y por supuesto al PSOE en su editorial y en sus apartados de opinión(como han hecho los periódicos conservadores y españolistas en todo su democrático derecho) sino que también ha dejado bien claro en los titulares de sus noticias que estas consultas populares no son más que una "mascarada" y una "pantomima". La elección de la noticia, o simplemente, la preferencia por la neutralidad, ya implica un poscionamiento ideológico, pero lo que ha hecho EL Mundo es simplemente gritar con agresividad su opinión en cada línea de sus noticias, siguiendo el estilo que a veces predomina en medios sensacionalistas como Público, Libertad Digital o Rebelión, cayendo en el victimismo y en la defensa acrítica de opiniones que pueden ser defendidas de un modo más tolerante o apacible.

Sin duda, yo, opuesto a cualquier tipo de nacionalismo patriótico y excluyente que busque realzar sus propiedades culturales en un mundo globalizado y plural, aunque defensor del mimo y cuidado de la lengua y la cultura propia, acepto la situación catalana, considero legítimo el movimiento independentista(aunque no algunos de sus métodos),que no comparto, y en cierta medida, me alegro por la realización de estos referendos que han acercado la política al pueblo y la sociedad real. No opina del mismo modo El Mundo, que sabido del carácter no legal e inconstitucional de estas consultas, reclama por parte del gobierno represión y censura. Abusa de una constitución afín a su ideario moral general, a la que no tomará en cuenta cuando contradiga sus opiones, y ante todo, confunde el papel, en este caso particular, que debe tomar un gobierno democrático, dando pie a la participación responsable de la ciudadanía, y jamás oprimiendo actos no violentos de lucha política por parte de la misma, pese a que pueda estar equivocada, siendo en cuestiones de este género, sólo el hombre, cada hombre y mujer, medida del error o del acierto.

Demuestra El Mundo, junto a una buena porción de la derecha política a la que representa generalmente, el terrible miedo a la soberanía catalana. Si se quiere criticar el independentismo, existen otras vías aparte de la basada en el ladrido rabioso, síntoma del pavor y del complejo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Los Campos Elíseos tienen aforo limitado

Para comenzar, insto a que se lea esta noticia sobre el CIE de Valencia:

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/09/valencia/1260363283.html

Hoy entra en vigor la nueva ley de extranjería, que amplía los plazos de tiempo en que los inmigrantes desregularizados que residen en España pueden estar encarcelados en los CIE o Centros de Internamiento para Extranjeros, alcanzando a aprtir de la aplicación de la nueva ley un máximo de 60 días. Si esta noticia puede, para aquel con un mínimo de sensibilidad o capacidad empática, entristecer, al menos podremos apreciar el hecho de que la nueva ley regule el funcionamiento de estas cárceles o centros temporales de internamiento para repatriados permitiendo también que las ONG puedan colaborar dentro de las mismas. Hasta ahora, una regulación concreta y normativizada era inexistente, y los casos de abusos verbales y físicos eran bastante comunes, en unos entornos de convivencia, que no pocas veces podrían ser considerados poco higiénicos, insalubres y conflictivos. Las condiciones de las infraestrucutras no siempre son lo que un preso cuyo única falta, que no delito, ha sido vivir sin papeles, merecen, del mismo modo que sus condiciones de internamiento, que pueden provocar situaciones de miedo y desigualdad entre las mujeres o que apenas permiten el contacto con familiares o amigos.


Volviendo a la nueva ley, de la que es difícil encontrar información en los noticiarios generales, es en mi opinión bastante criticable la consideración como falta grave el promover la permanencia del inmigrante desregularizado en territorio nacional. En la práctica esto significa ser multado si tienes amistad con un sin papeles y no lo denuncias, convirtiéndote en cómplice, o algo mucho más solidario y, permitidme la demagogia, criminal, alojar al inmigrante en tu casa y ayudarle a encontrar un trabajo, que inevitablemente será irregular, hasta que consiga la nacionalidada través de métodos como el nuevo "informe sobre la integración social del extranjero", que permitiría al inmigrante obtener papeles si demuestra su integración en la sociedad(Aspecto algo complejo y oscuro de a la nueva ley).

Por supuesto, supongo que no son pocos los que opinan que es indignante que en plena crisis se atienda a extranjeros en nuestros hospitales de modo gratuito, o que el inmigrante regularizado pueda hacerse con un bono oro para el bus y tenga ciertas facilidades debido a su supuesta situación de inferioridad económica y social. Estos aspectos son matizables, tienen sus pequeños recovecos, no pueden tratarse con generalizaciones simplonas contaminadas de ideología. Lo que es indudable, para el idealista hippy o el defensor de la realpolitik, es que los países ricos cerramos muy bien nuestras fronteras a los migrantes de países pobres para que no desestabilicen nuestro estado de bienestar, entre otras todavía más truculentas razones, como la xenofobia o el miedo a culturas extranjeras. No existe ejemplo más gráfico y explícito que este, el de la lucha contra la inmigración, para demostrar que nuestra plácida vida se sustenta en cierta medida sobre la miseria y la pobreza ajena.


"¿cómo puede Dios castigar a un niño? ¡Y además un niño americano!"

Bart Simpsom

sábado, 12 de diciembre de 2009

Where Do You Go To My Lovely




You talk like Marlene Dietrich
And you dance like Zizi Jeanmaire
Your clothes are all made by Balmain
And there's diamonds and pearls in your hair

You live in a fancy apartment
Of the Boulevard of St. Michel
Where you keep your Rolling Stones records
And a friend of Sacha Distel

You go to the embassy parties
Where you talk in Russian and Greek
And the young men who move in your circle
They hang on every word you speak, yes I do...

But where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
Tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head, yes I do...

I've seen all your qualifications
You got from the Sorbonne
And the painting you stole from Picasso
Your loveliness goes on and on, yes it does

When you go on your summer vacation
You go to Juan-les-Pines
With your carefully designed topless swimsuit
You get an even suntan, on your back and on your legs
When the snow falls you're found in St. Moritz
With the others of the jet-set
And you sip your Napoleon Brandy
But you never get your lips wet

But where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
(Won't you) Tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head, yes I do

You're in-between twenty an thirty -
A very desirable age
Your body's firm and inviting
But you live on a glittering state

Your name is heard in high places
You know the Aga Khan
He sent you a racehorse for Christmas
And you keep it just for fun, for a laugh ahaha

They say that when you get married
It'll be to a millionaire
But they don't realize where you came from
And I wonder if they really care, they give a damn

Where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
Tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head

I remember the back streets of Naples
Two children begging in rags
Both touched with a burning ambition
To shake off their lowly brown tags, yes they try

So look into my face Marie-Claire
And remember just who you are
Then go and forget me forever
But I know you still bear the scar, deep inside, yes you do

I know where you go to my lovely
When you're alone in your bed
I know the thoughts that surround you
`Cause I can look inside your head

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La botella -o la Voluntad objetivada a través de una extraña alegoría-

Reflejos rosados y brillos cegadores se dibujaban en el cristal de la botella. Bebida alcohólica de marca desconocida, quizá producida siguiendo una técnica tradicional por alguna familia de los alrededores, para su propio uso privado, o como objeto a regalar a cambio de gratitud o mejores intercambios económicos. Si su sabor fue debido a ese posible proceso tradicional, mejor al que comúnmente acostumbran las bebidas fabricadas en masa, es algo que como el mismo verbo utilizado al comenzar esta oración indica, ya no podemos saber. Lo que es indudable es que si bien pudo tener un etiquetado que alguien arrancó con habilidad para que no quedase rastro alguno de pegamento ni de esas tiras del papel que inevitablemente se quedan adheridas con una vigorosidad digna de envidia, la forma del recipiente no se asemeja en absoluto a la de ninguna bebida alcohólica que podamos encontrar en un supermercado.

Y si ya no hay rastro, visual u olfativo, del contenido de aquella botella, su aspecto singular impide asociarla con bebidas alcohólicas, cuyo protagonismo en nuestras sociedades es indiscutible(con un cariz estético diferente al de otros tiempos, matiz que el capitalismo moderno ha otorgado a todos los vicios) y no existe vestigio alguno de etiquetado...¿cómo se atreve el señor narrador de este extraño relato a afirmar con rotundidad que la botella contenía alcohol y que posiblemente fuese producido de modo casero? Exenta de dificultad está la pregunta para el relatador, que dueño de su historia, y no entraré en diferenciar a cantautores de juglares, se afana a realizar preguntas trampa como si estas proviniesen verdaderamente del lector para así demostrar su nada desdeñable omnisciencia. Y así responderá, afirmando con severidad que como narrador omnisciente, y aún más, si es cantautor o un juglar con imaginación, omnipotente, narra y deja de narrar cuanto le apetece sin la menor duda de que aquello que cuenta jamás será equívoco.

Pero dejemos estas innecesarias interrupciones y volvamos a la botella, cristal translúcido que refleja la límpida luz solar entre escombros y desperdicios que seres humanos, bárbaros y salvajes, han dejado en aquel lugar esparcidos, inconscientes del dolor provocado en todos aquellos objetos repudiados y olvidados que allí se reúnen artificialmente, como ancianos en sus residencias o locos en sus manicomios. Una triste botella, abandonada tras haberse exprimido todo su contenido en inmorales y hedónicas borracheras, rodeada de cientos de congéneres inanimados que también merecen ser antropomorfizados.
Que nadie pretenda que este corto relato continúe una senda fantástica, o marxista, y crea que la botella, cuyo aspecto corporal como dije era bien particular y que cada lector puede imaginar por su cuenta, junto al resto de compañeros de presidio unirá fuerzas para rebelarse contra las cúpulas de poder opresoras, pues como bien se ha explicitado, hablamos nada más que de objetos inanimados. Sólo les es legítimo pudrirse y degradarse con el paso del tiempo y esperar a que quizá algún pobre harapiento los recoja para su aprovechamiento. ¿Pero y si sienten realmente? Confuso es el término real en el entramado de esta historia, pero, para acercar la pregunta al que ya se está hartando de abstracciones y sinuosas entradas y salidas de los estratos narrativos...¿y si sienten las plantas? ¿No sería horrible?
Respuesta anónima: ¿Que más dará? Si ya sabemos que nuestros actos dañan a los humanos, que sienten y padecen, y aún con ello continuamos provocándoles dolor, a veces en un flujo de sufrimiento en el que el mismo torturador es partícipe, no afectará a nuestras costumbres el hecho de que las plantas tengan sensibilidad.
Respuesta del narrador: No sienten, no te aflijas, soy el que decide. Y si, escapándoseme a mí mismo los vericuetos de mis propios mundos, los vegetales, como estos objetos condenados al ostracismo, sintiesen, nada podrían decir, y nada podrían expresar, aprovechándose el causante de sus miserias de ese mutismo, o lo que es más trágico, desconociendo las consecuencias de sus actos. Quizá por eso cuento estas tonterías, para que nadie me confunda con una pequeña piedra, y sólo buscando fugaz entretenimiento, me golpee con una enérgica patada.

Retornamos, pues, a esa botella abandonada, que continua allí día a día, que se mantiene firme ante las inclemencias metereológicas y que, sin apenas un humano gesto de autocompasión, supera inamovible el desengaño de la vida. Pero, ¿cómo finaliza todo esto? El experimentado espectador no puede esperar que la narración acabe sin apenas un acontecimiento que conlleve a un desenlace, sea bonito, desagradable, deseable o artificioso entre otra miríada de posibilidades. El ecologista querrá que esos desamparados utensilios ya obsoletos se conviertan en otros nuevos a través del reciclado, el religioso que un tetrabrick mesiánico les salve del sufrimiento terrenal, el chiquillo sensible que su jovencita amada le regale tan peculiar objeto como signo de su atracción por él, y el cliché de poeta parisino pretenderá que un viejo adorable pese a su posible adicción a la droga acoja la botella entre sus peculiares objetos de mágico encanto, entre los que perfectamente podrían encontrarse un acordeón de vivaces colores ya desgastado, un sacapuntas con forma de sapo que extiende la lengua a cada vuelta de lápiz y una pitillera adornada con un dibujo que podría fácilmente confundirse con un Lautrec. El tiempo dirá.

¿Que importa que esto acabe así? No es sólo intención de evitar el esfuerzo necesario para idear una conclusión que pueda agradar o que al menos recubra un mensaje hermoso o veraz. Los mensajes, pequeñas anotaciones en post it, garabatos al margen de un libro, acordes inconexos, ya se han ido diseminando por cada renglón, espero que también en vuestras mentes, ese sería el más hermoso de los finales.

lunes, 7 de diciembre de 2009

sábado, 5 de diciembre de 2009

"Yo sólo amo la vida: ¡Y cuándo más la amo es cuándo la odio!"

Sobre "El Corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad.

Conrad no puede renunciar a la inestimable fuerza del metarrelato, al uso de Velázquez, de las posibilidades que abre a la narración que deviene dentro de otra narración, como matrioska rusa. Una historia lanzada a marineros desocupados en el largo transcurso del tiempo ocioso en la lentanavegación hacía la soledad del alma. Una historia de una vida concreta, personal e íntima, que transciende sin embargo a todos los hombres, que nos incumbe a todos, y que probablemente, perezosos y tahures como aquellos no comprendiesen, acaso no se escondiende bajo sus macizos y agrietados rostros una fuerte sensibilidad e inteligencia. La historia de un niño que decidió marcar con su dedo índice la zona del mapa que se encontraba en blanco, dispuesto a derrochar toda su energía en conquistar y poseer a través de la aventura y el juego, lo que se traduciría en doloroso esfuerzo y sacrificio, ese territorio inhóspito y desconocido. Un acto de enseñoreamiento y posesión, una victoria sobre lo ajeno, como desnudar y poseer a la amada, también un camino para el autoconocimiento y la introspección para aquellos que pese a que son fatalmente guiados por la animalidad son capaces de abrir los ojos y comprender.

No elude tampoco el autor la fuerza expresiva y transfiguradora que semejante forma proporciona, el relato de un viejo marinero aventurero permite el desorden cronológico, el adelanto de emociones que las circustancias todavía no indican o el retraso de las descripciones que el auditorio ansía conocer tras vislumbrar el envoltorio que las viste. El expresionismo casi plástico, el retorcimiento, la desfiguración, el rostro hecho mueca, la piel convertida en bronce, la fugacidad etérea y abstracta del recuerdo que sistituye los cuerpos contorneados por vagas sombras tenebrosas de mundos lejanos e infernales. Todo ello acompasado por una Naturaleza poderosa que sustenta todo el relato, una jungla que debido a su frondosidad impide que la luz solar nos alcance con toda su fuerza y nos remite a una vida de oscuridad y neblina en la que el miedo viene cogido de la mano de cualquier acción del hombre, mísero y pequeño, atrapado en un laberinto de vegetación, conociendo sólo así su verdad.

Su verdad, la nunca atendida naturaleza interior, el tabú de nuestro mundo gregario y fácil, la oscuridad que nos domina, aquella energía que sólo en tierras primitivas, ante las perspectiva de la muerte y el dolor, renace con un grito desgarrador. El grito del ritual supersticioso, la danza esquemática y simétrica, la mirada del animal salvaje, que nos observa, no conceptualmente, sino como mera materia fugaz, materia asesina y brutal. La atrocidad del dominio del otro, del inferior por su vida primigenia, siguiendo sus propios criterios, la bestialidad. El civilizado queda pues al mismo nivel del primitivo(no descendiendo, sólo dándose la vuelta), el joven que encuentra su propio tótem en la vitalidad del individuo concreto, o en la misma idílica relación que el protagonista mantiene con un único y vacuo nombre, el supuesto motivo se sus pasos.

Y ya de vuelta, en el mundo organizado y pacífico, en el orden de la sociedad, conscientes de nuestra miseria interior, del motor monstruoso y abyecto que nos dirige, volvemos a girar el rostro, y a ponernos la venda. Idealizamos y mutamos lo que era sucio y salvaje en una mentira consoladora, pero todos sabemos que sus últimas palabras no fueron dedicadas a la mujer, objeto de su amor, no, las últimas palabras de esa figura de personalidad y carácter férreos, de vinculo brutal con el corazón de las tinieblas, fueron..."¡El horror, el horror!".




...Y esa es la superioridad, la altura del protagonista, que sabe que en su historia de desgracias, pavor y penurias, de conocimiento terrible del hombre, ha sufragado sus más intriores deseos:

"El dolor es también placer, la maldición es también bendición, la noche es también el sol. Alejaos: de lo contrario, aprenderéis que un sabio también es un loco." -Nietzsche-

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡Grita!



¿Por qué no gritas Laocoonte? ¿La asfixia te lo impide? ¿Estoicamente viviste y estoicamente pretendes morir? Cualquier mísero humano se derramaría en un intenso trueno de voz desgarrador, como animal asustado, ni podría meditarlo, chillaría buscando en su música algún tipo de supersticiosa salvación.

¡Grita, grita, grita! Nadie podrá socorrerte si no clamas auxilio, y pese a que acalles tus tormentos, no podrás con el silencio eliminarlos.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Minaretes y armas de largo alcance

Suiza, el país europeo democrático por excelencia, ha aprobado en su último referéndum, por una ajustada mayoría, la prohibición de construir nuevos alminares o minaretes en mezquitas musulmanas. La ley no afecta por supuesto a las mezquitas en sí, que bien pueden seguir multiplicándose, o al menos, nada sobre esto se ha dicho en los medios de comunicación, así que entenderé que el problema que sugieren las torres arábigas es simbólico, no importa lo real, importa lo aparente, y una multitud de minaretes musulmanes que contaminen el paisaje tradicional mucho puede simbolizar para un europeo, o más bien, para un suizo tradicional. En la campaña publicitaria que el partido conservador puso en marcha, el único que apoyó esta propuesta de referéndum, se juega precisamente con el miedo a la invasión silenciosa, en un país donde la población musulmana alcanza ya el 4%, y esto es lo que las construcciones arquitectónicas significan siguiendo tal perspectiva, como el poder que una cultura diferente, algo extranjero y ajeno, se consolida, temiéndose los peligros que de ello podrían surgir.

Opino que no es admisible la integración de una religión o una cultura en el mundo occidental si no se supedita a un mínimo de condiciones culturales, y ante todo, legales, inherentes a ese mundo, y por supuesto, resultaría paradójico gastar dinero público en propaganda feminista y demás historias si después permitimos bajo la justificación del relativismo cultural que las mujeres árabes se paseen metidas en esa cárcel portátil llamada burka. Y aunque el tema es complejo y profundo(no apto para ser tratado en pobres párrafos de un mísero blog) cabe preguntarse si la sociedad musulmana, perdóneseme la generalización, está preparada para asumir estos mínimos occidentales. La religión musulmana es la base que sustenta las dictaduras árabes más atroces, los grupos terroristas más esquizofrénicos y las prácticas o costumbres más inaceptables. Desde luego, no dudo de la existencia de una minoría musulmana más civilizada, o acorde con ideas morales menos radicales que den mayor valor al individuo concreto y sobre todo, a la mujer, pues hasta de católicos abortistas he oído hablar, pero el islam es el mejor ejemplo de fanatismo religioso y de aprovechamiento de la fe para la legitimación de poderes políticos totalitarios que de este modo no corren el peligro de revueltas populares, ya que los ciudadanos, es decir, los súbditos, nada pueden hacer excepto resignarse y cumplir el Ramadán con disciplina. Tampoco deberían sernos ajenos este tipo de comportamientos, para nosotros primitivos, en los pequeños reductos musulmanes que habitan en nuestros países, casos en los que se ha protestado por exposiciones de arte escandalosas o por un estilo de vida occidental perturbado y malvado.

En resumen, es difícil congeniar estos dos mundos cuando en el nuestro Jesucristo protagoniza capítulos de Padre de familia y en el suyo el intento de representar a Alá en un dibujo supone la pena de muerte. Con todo esto, me pregunto si la prohibición de sus alminares puede resultar beneficiosa para el pueblo suizo o por el contrario aún potenciará esta larga distancia que a los dos cosmos nos separa. La integración es difícil, y sí, puede crear problemas, sin embargo, es la única vía pacífica de intentar fundir las diferentes culturas. Si queremos que los musulmanes se alejen de sus preceptos más bárbaros, que evolucionen como nosotros lo hicimos, no encuentro saludable el rechazo indiscriminado, y considero importante su incorporación en la sociedad, su educación. Desde luego es la solución más progresista, idealista e izquierdista, pero creo, que si el político, abstrayéndose de ideologías y tradiciones éticas, analiza la situación, podría con facilidad suscribir esta idea.


La otra propuesta surgida en referéndum fue de un cariz muy diferente, propuesta por grupos pacifistas, que instaban a la no exportación de armamento fabricado en Suiza, es decir, no hacer negocio vendiendo instrumental militar cuya finalidad última, sean cuales sean las múltiples condiciones, es la de matar. Por supuesto, la propuesta, cuya consecuencia económica sería la destrucción de aproximadamente 5000 empleos, fue rechazada. La base del crecimiento económico humano sigue siendo la destrucción de su entorno y del mismo ser humano.
Cabe preguntarse por el valor de la democracia, y ante todo, de esta democracia que permite mayor participación ciudadana, un tipo de gobierno muy bien considerado por colectivos progresistas que sin duda habrían elegido políticamente de un modo muy diferente a como lo hizo la mayoría del pueblo suizo. La democracia es necesaria, es ya inevitable, pero sin embargo en países como el nuestro se basa en elegir a un grupo ideológicamente cerrado con indudables intereses propios que gobierne durante un periodo temporal. La verdadera soberanía del pueblo residiría en el utópico estado en el que cada uno se autogobierna, o de un modo más realista, el gobierno basado en asambleas y referendos, si se quiere, en un sistema similar al griego(la Grecia clásica), en el que cada ciudad o poblado funciona según lo establecido en las reuniones comunes y en las que cada cargo político es ocupado por un ciudadano más de forma temporal. Sin embargo, como bien supo entrever Platón, y supongo que los colectivos aristocráticos, nadie deja la construcción de su casa en manos de un inexperto, todos buscamos al mejor constructor, o al mejor médico si buscamos curar la enfermedad. Un gobierno comandado por las opiniones variadas y contradictorias de una sociedad muchas veces ignorante podría llevar a la ruina. Si queremos un buen gobierno, debemos dejarlo en manos de un buen gobernante(si acaso eso existe). ¿Pero es el conocimiento político algo técnico como lo es es la medicina o la arquitectura? ¿no podrían existir cuestiones de orden moral en los que la verdad se rija por la regla protagórica en la que cada hombre es medida de las cosas? ¿No sería legítimo que en cuestiones donde cabe disparidad de opiniones debido a que parten de preceptos ideológicos distintos sea el pueblo soberano el que directamente decida como actuar?

¿Qué decir? Mis propias convicciones me impiden desacreditar la participación ciudadana en la política, y debo admirar el sistema suizo, sin embargo, soy consciente del peligro que conllevan las masas aborregadas que pululan por este mundo. Si tenemos políticos pésimos no creamos que no nos están representando fielmente. Sólo puedo esperar futuras elecciones de mayor acierto, es decir, que concuerden mejor con mis ideas y las de una buena parte de la sociedad suiza que no resultó mayoritaria. El problema de la mayoría también debería discutirse, pero esto no ya ha sido de forma demasiado simple y fugaz como para continuar con nuevas problemáticas, más me vale terminar. Confío en que la educación, el aprendizaje por parte del ciudadano a tener una conciencia crítica, a pensar por sí mismo, dentro de lo posible, sea potenciado, sin duda mejorará las elecciones que el conjunto de ciudadanos tome, sean estas semejantes o contrarias a mis opiniones, serán siempre razonadas y razonables, no un conjunto de ideas inconexas producto de la alienación del hombre.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Conciencia martilleante

"Señor, recordad a los atenienses."

sábado, 21 de noviembre de 2009

Somos ciegos

La amena y discurrida charla fluía entre sorbos de café o té rojo, dependiendo de los labios a los que queramos hacer refrencia, y el ambiente cálido y hogareño invadía a los tres interlocutores. Los dos hombres encadenaban citas cultas en una pequeña discusión, ligera digresión entre multitud de devaneos, intentando superponer su tesis en un vano esfuerzo de convicción. La joven dama, ataviada con un traje bastante provocativo para el momento y el lugar, exhibía su amplia sonrisa ante el espectáculo que sus caballerosos acompañantes habían dispuesto, quién sabe, para su única y exclusiva diversión. Tras unos cuantos sorbos más, frases inconexas y bromas de gusto dudable, el silencio sobrevino con fuerte impacto a los amigos allí presentes, que dedicaron algunos de los segundos de su reunión a obervar el espacio en el que se encontraban, la vieja cafetería francesa de Madame Tetrallini, siempre repleta de visitantes parloteantes que fuman y beben con una elegancia que sólo aquel aroma a hierbas y terciopelo puede acompañar.
Uno de los hombres dejó el sombrero de copa con el que jugueteaba y se apartó pausadamente de la mesa para visitar el baño con el que había fantaseado minutos atrás. Quedaron ya solos, uno frente al otro en la pequeña mesa circular, uno de lo varones y la bella mujer. Ella parecía mantener en su rostro un lejano eco de las sonrisas que anteriormente protagonizaban sus facciones. Miraba atentamente los movimientos de un grupo de ancianos de extravagante aspecto situados en la mesa más cercana. Él quedó fijo en sus ojos. Ojos verdes y amplios, siempre muy abiertos, como pretendiendo absorver toda información posible, cautos ante la posibilidad de dejar escapar detalle alguno. Así, lento y casi eterno fue aquel verdaderamente ligero minuto de ausencia. El compañero volvió, y así también los dos recuperaron la consciencia perdida, retornando cada actor a su papel, sin olvidar una sola cita culta ni una pequeña sonrisa de satisfacción en la retomada conversación.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Teoría del caos

Fabricando cristal, fundido material que parpadea, brilla y calienta. Dos espejos que miran la desnudez de mi alma, encuentran tesoros bajo mi tierra.

Una piel rosada, caramelo dulce agrietado en otoño. Diana, destino bélico el manierista nacarado, el pilar del rostro.

Dos irregularidades que apenas pretenden simetría, elevadas o tímidas, culminadas por un coqueto fruto rojizo, pasión de mis labios.

Las curvas sinuosas descienden por ese mundo tan opuesto a la aburrida rectitud. Tacto suave, dócil salvaje pantera, barandilla pulida, humedad seca, desordenada asepsia, aroma a caverna de la bendita ignorancia sensible.

Y en el centro de este equilibrado cosmos, mi desequilibrio. Tropiezo y herida, premisa de la melancolía, Diosa maldita.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ella me besó y yo la espero todas las noches

Ahora, ahora, ahora...sí, en este preciso instante....la siento acercarse leeeeentamente, pasito a pasito, silenciosa. Me envuelve pausadamente y me acaricia....¡Mierda!¡ Me hablaste! ¡Adiós a la soledad!


¿O no?

Sexo, Alá y Rock&Roll

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/16/internacional/1258405386.html

viernes, 13 de noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

Feliz, excepto cuando se apagan las luces, el momento de mayor lucidez

Un jardín descuidado que alguien olvidó mantener con cariñosos riegos. Flores marchitas y arbustos sin podar que se entrelazan sin armonía. Libertad que profetiza la muerte, primaria naturaleza que olvidó alimentar a sus retoños, necesitada de una mano protectora. Así se encontraba aquel patio interior suyo, antaño frondoso y vivo. Abrió la boca para pronunciar palabras que se perderían en el silencio y tan sólo pudo expirar hojas secas y polvo. Versos emborronados, sillares desvencijados, ruinas, miseria del tiempo impío. Maldijo a los sabios monjes copistas que reproducirían su vida en otros idiomas o en otros pergaminos, a los malintencionados defensores de un eterno retorno, eterno dolor, eterna pusilanimidad.
Pero los andares ágiles no perecieron, las miradas cordiales, el suspiro por el cuerpo desnudo de musas callejeras y fugaces, el peso de la sabiduría que apremiaba por su rescate, la preocupación sincera por los problemas de su tiempo, de su mundo. En definitiva, aún seguía queriendo, aún mantenía la ambición, aspiraba, pretendía, ansiaba, codiciaba, en lo placenteramente pecaminoso y en lo ingenuamente puro y bondadoso. No todo eran suspiros de anciano, sus ojos también brillaban mirando al porvenir. Qué interesante paradoja la de aquel tipejo, muerto pero vivo. Un templo que se sostenía sin pilares. Esperanza, traidora, espejismo barato de presdigitador, continúa mintiendo a ese infeliz para que no se desmorone.

martes, 10 de noviembre de 2009

Pequeña ilustración de argumentación falaz

Partimos de que un tribunal de justicia en Estrasburgo ha dado la razón a una familia italiana que denunciaba la presencia de crucifijos en un colegio público, imponiéndose una simbología religiosa en un edificio en el que la neutralidad debería mantenerse si se sigue el principio constitucional de laicidad estatal. Ante ello, Sánchez Dragó, nietzscheano y pagano como él se denomina, capaz de eyacular hacía dentro, hombre culto y de mundo que dedica algunos de sus artículos a hablar de su ya difunto gato y de su atracción sexual por Sarah Palin, ha escrito un pequeño artículo en el que descalifica a los jueces que emitieron la orden de eliminar los crucifijos.

Argumento utilizado:

Premisa 1: "La cruz es símbolo, muy anterior al cristianismo, que representa el cruce de la verticalidad del macrocosmos (el anima mundi) con la horizontalidad del microcosmos (la sociedad y la historia). Cruces por todas partes y en todas las culturas: cruz egipcia, cruz griega, cruz latina, esvástica, lábaro, lauburu y hasta cruz roja."
Premisa 2: "El hombre de Neandertal carecía de la capacidad cognoscitiva necesaria para entender los símbolos, reconocerse en ellos y compartirlos con el prójimo. En eso, más que en los rasgos de la anatomía, se diferenciaba del hombre de Cromagnon."

Conclusión en forma de preguntas retóricas: "Patética es la incultura y voluntad de parricidio de los neoneandertales de Estrasbusgo. ¿No han leído esos chicos de la LOGSE ultramontana y progresista a Jung y a Campbell? ¿No dan de sí sus molleras zejijuntas lo suficiente para entender que el Crucifijo simboliza el impulso de ascensión y regeneración que in illo tempore obligó al mono a erguirse?"

La conclusión se resume en la consideración de neandertal de los jueces de Estrasburgo por no ser capaces de comprender el significado que Dragó defiende en el símbolo de la cruz.

Para empezar, el argumento es engañoso, por mucho que el significado original de la cruz sea distinto al significado religioso, la cruz se entromete en las aulas o en los entornos públicos debido a su significado religioso(más aún cuando en la cruz está la imágen de Cristo).Por ello, ni los jueces, ni los católicos, ni los denunciantes ha entendido la cruz como símbolo de la ascensión cultural del hombre, todos deberían pues ser calificados de neandertales siguiendo tales premisas. Por otra parte, el argumento es falaz, de las premisas no se deduce la conclusión por necesidad en un sentido formal( si un neandertal no entiende p, y yo no entiendo p, por necesidad no soy un neandertal) y en un sentido no formal, ya que los jueces sí cumplen la condición de comprender símbolos, sólo que lo hacen de un modo distinto a Dragó.

Que es un capullo y punto.

Artículo completo: http://www.elmundo.es/opinion/columnas/fernando-sanchez-drago/2009/11/20415206.html

sábado, 7 de noviembre de 2009

¿Solidaridad? Sí, solidaridad

Explicar la solidaridad en términos materialistas, físicos, quiero decir, biológicos o psicológicos, es un tanto complejo. Desconozco lo que la ciencia de la psique puede haber desentrañado al respecto, tan sólo puedo especular sobre una posible definición psicoanalítica de influencia nietzscheana sobre un sentimiento aparentemente altruista. La solidaridad la podremos entender como toda acción que se descubre en acciones de colaboración y ayuda a personas que nos son total o parcialmente ajenas y de las que, buscando en esta divagación un contexto aséptico para explicar este fenómeno humano, podemos decir que no esperamos nada a cambio en un sentido absoluto. A través de estas acciones solidarias tampoco se obtiene, en principio, un beneficio ni un determinado placer que la misma acción pueda provocar, el motor de la acción es, pues, el deber. ¿Es este deber apriorístico(kantiano)? Lo dudo, probablemente es un deber fabricado por el superyo, por la conciencia que este apartado de nuestra contrucción psicológica produce. El superyo se presenta como la entidad subconsciente que redirige los impulsos violentos o perjudiciales a corto o largo plazo y los transmuta en unas normas o máximas que la conciencia(consciente) se impone, almenos , a grosso modo, así lo entiendo yo. De este modo entendemos el sentimiento de culpa como la redirección de impulsos insintivos agresivos contra uno mismo, y numerosas normas morales como expresión de represiones instintivas en pro del beneficio propio, ya sea este obtenido a través de futuras sastisfacciones instintivas que pueden ser de igual o mayor calibre o para la protección, seguridad y supervivencia.

Bien, sabemos pues que la probable causa de nuestra colaboración altruista venga dada en vistas a nuestro propio bienestar o a la sublimación instintiva, es decir, precisamente la solidaridad se debería a las causas que en un principio hemos rechazado, a la obtención de algo a cambio por la realización del acto (paz, un entorno exento de peligro, futura ayuda, buena imagen) o a la obtención de placer (felicidad o emociones a través el mismo acto sentimiento de poder y capacidad, canalización de fuerzas instintivas que desembocan en la acción solidaria). Esta última causa del acto solidario explica que se de solidaridad en entornos totalmente ajenos a nuestro radio espacial de vida. Me explicaré utilizando un ejemplo. Pedro Cavadas es un famoso cirujano español que realiza una media de 1500 operaciones anuales, viaja a países pobres donde colabora de forma altruista en intervenciones quirúrgicas a gente de baja extracción social. Podríamos en este caso eludir como posible causa de sus acciones la obtención de fama, que entraría en el primer tipo de causas de lo solidario y directamente comprender la causa de su empeño en este tipo de acciones en el propio bienestar que las mismas producen en él. Claramente Cavadas disfruta operando a niños que no pueden permitrise una operación, dsifruta mejorando y salvando vidas, sublima sus instintos primitivos y preracionales de ese modo. Comprendemos así el interés no egoísta de multitud de ONGs preocupadas por cuestiones ajenas de las que no obtienen un beneficio directo asimilable al primer tipo de causas. Claro que entrando ya en el detalle, comprobaríamos que la gran mayoría de gente que colabora en este tipo de organzaciones lo hace no sólo por el placer experimentado si no por el deber que la conciencia socialmente influenciada le impone.

Este interés desinteresado tabién puede ver su origen en la capacidad empática del ser humano, potenciada por la fuerza de su imaginación, es decir, en la capacidad de ponerse en la situación del otro y verse, a través de las causas que hemos revisado, obligado a ayudarle. Este es el componente primordial de la acción solidaria, la empatía, sin empatia es dificil que se den las causas de segundo tipo(quizá algo que sólo encontremos en House y no podemos asegurarlo).

¿Debemos considerar pues toda acción solidaria una farsa?¿Si en el reverso de lo moral encontramos intenciones egoístas qué sentido tiene valorar lo moral? ¿Debemos dejar de utilizar el término desinteresado en este tipo de situaciones?
Mis respuestas:

No es necesario abandoanr el término, la acción solidaria es interesada de un modo inconsciente, no se intuye un interés propio aunque si puedan entreverse autónomamente los beneficios que la acción produce en el sujeto que la realiza a posteriori. En muchos caso la acción viene olbigada por la conciencia, en este caso la acción interesa en cuanto a su función social de un modo secundario, es decir, en tanto que la conciencia tiene una función social, el respetar sus prescripciones sigue de un modo indirecto esta función social.

Siguiendo la anterior respuesta tampoco creo que la acción solidaria deba entenderse como una farsa, no es una farsa consciente y además viene determinada por un sentimiento empático que la posibilita.

Lo moral, aunque venga definido por procesos psíquicos de esta condición, tendrá un valor siempre que nostros queramos dárselo. Apercibirnos de las causas profundas y egoístas de lo moral no deviene necesariamente en desconsiderar lo moral, podemos aceptar esas causas de lo moral y mantener su valor en tanto que nos beneficia. En Aristóteles ya se establece la virtud como un medio para alcanzar la felicidad. Esto es ser simplemente pragmático.

Sé que puede tratarse esto de un modo mucho más amplio y que surgen una enorme cantidad de nuevas cuestiones al respecto, si alguien lo comenta sería fantástico, yo prefiero no continuar con una entrada que ya se está alargando demasiado, por la comodidad del lector y la mía propia.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La cosa va de cítricos resquebrajados


"Pero, por lo menos hacía el exterior, el yo parece mantener sus límites claros y precisos. Sólo los pierde en un estado que, si bien extraordinario, no puede ser tachado de patológico: en la culminación del enamoramiento amenaza esfumarse el límite entre el yo y el objeto. Contra todos los testimonios de sus sentidos, el enamorado afirma que yo y tú, son uno, y está dispuesto a comportarse como si realmente fuese así."

Sigmund Freud, El malestar en la cultura.

domingo, 1 de noviembre de 2009

sábado, 31 de octubre de 2009

El error ineludible de definir lo abstracto pretendiendo acertar

Porque sí, porque no puede ser de otro modo, porque todo estatismo es utópico, mentiroso e incluso insano. Sólo las palabras, las efigies clásicas y las divinidades conservan su inmutable quietud, su serena e inamovible postura, y a la postre, perecen igual que el más misero gusano. "¡Mentiras!", grita el gusano, pues ni tales construcciones milenarias son ajenas al devenir del tiempo, y las palabras y los dioses varían a los nuevos ojos y las nuevas mentes que contemplan y manejan alejados del vetusto pasado y cercanos al mismo en un ciclo que desmiente la infinita originalidad humana.

Volviendo a lo mío, sí, la vida es así, te sube, te baja, te da vueltas, te acaricia o te da patadas en los huevos. La vida, conjunto de situaciones, pensamientos y emociones enhebrados a posteriori sólo puede ser un collage absurdo que no transporte a un destino conocido o lógico. Recomendable será tener la batería de la cámara bien cargada para no dejar escapar ni un sólo detalle, ni un pequeño matiz. La vida es un cabaret, la vida es una montaña rusa(demos espacio a los tópicos, no lo son por casualidad). Vida, tremendamente divertida, aunque a muchos acojone racional o irracionalmente. Vida ante la que hay que ser fuerte. No se podrá negar que hay que estar bien entero si uno no quiere acabar vomitando ante tanta estrambótica pirueta.

La vida también es lenta, aburrida, fácil, ociosa e impertinente. La vida es tan extraña que propone ser definida, como si no pudiésemos escribir mil hojas de word sobre la misma. La vida es precisamente así, adjetivable hasta extasiar. La vida es juego, la vida es trabajo, la vida es amor, odio, risa, muerte, orgasmo, chocolate, sus ojos oscuros...
Vida caprichosa que nos quitas y nos das, ¿cuántos felices sufridores se enamoraron de ti y te convirtieron en su nueva religión? Trátanos con indiferencia, pues no sabes hacerlo de otro modo, pero por siempre, trátanos. Sé siempre vida.


Vida, demuéstralo ahora, baila conmigo.

viernes, 30 de octubre de 2009

Cinema Paradiso



Todo el pueblo unido por un acontecimiento único e imprescindible para el ocio común como es el cine. Los sueños y pasiones de la gran familia se alimentan de fotogramas. Los vecinos se enamoran en el cine, las mujeres amamantan a sus hijos, los niños fuman o se masturban en secreto ante las despampanantes imágenes de una mujer semidesnuda en la pantalla . Todos rien y lloran, todos dicen "oh" y "aaah" con sorpresa o emoción. Un paraíso para los sentidos compartido por toda la comunidad. El viejo proyeccionista se siente el padre de estos sentimientos, el ingrediente necesario para los mismos, y con la compañía de los protagonistas de las películas que se emiten, sobrevive a a la soledad de su trabajo, hasta que aparece un pequeño niño impertinente, loco amante del cine.

Un canto a la vida, una oda a las grandes mentiras, el amor apasionado e imperecedero y el cine. Dos grandes ilusiones, dos ideales y creaciones que nos hacen vibrar y vivir con intensidad.

Amor y cine, espero, engañosos amigos, que continuéis haciéndome reir y llorar durante largo tiempo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

A Benedetti

UTOPÍAS
 
     Cómo voy a creer / dijo el fulano
     que el mundo se quedó sin utopías

     cómo voy a creer
     que la esperanza es un olvido
     o que el placer una tristeza

     cómo voy a creer / dijo el fulano
     que el universo es una ruina
     aunque lo sea
     o que la muerte es el silencio
     aunque lo sea

     cómo voy a creer
     que el horizonte es la frontera
     que el mar es nadie
     que la noche es nada

     cómo voy a creer / dijo el fulano
     que tu cuerpo / mengana
     no es algo más de lo que palpo
     o que tu amor
     ese remoto amor que me destinas
     no es el desnudo de tus ojos
     la parsimonia de tus manos
     cómo voy a creer / mengana austral
     que sos tan sólo lo que miro
     acaricio o penetro

     cómo voy a creer / dijo el fulano
     que la útopia ya no existe
     si vos / mengana dulce
     osada / eterna
     si vos / sos mi utopía.

Benedetti


Humana, tan vital y cercana como podrían ser los consejos de un padre, o quizá mejor, los de un abuelo. Así es su poesía. Consigue que ames, no sólo a toda la hermosura que te rodea, sino al mismo poeta, que con sus vivencias, pillerias o estrategias, produce bellos mundos en los que introducirse. Mundos que a cada ojo son distintos, a cada mirada un espejo de su alma. Pero son sencillos, aptos, alcanzables. Todos podemos beber de ellos. No existe aristocracia, si acaso, la del humano, la del que siente. Sólo él reina, y no se atrevan a jugar semejante posición.
Si el que escribe es un sabio, no pretende exhibirse como tal, no es ese su modo de alimentar su vanidad. Es sólo el detalle, la simple brisa del viento, el canto de un pájaro cercano, la mirada furtiva. Es el detalle el que engrandece a este demiurgo. Él estremece el cuerpo con la melancolía del recuerdo olvidado que aflora, como las amapolas en primavera. Cada verso, calmado o convulso, una sonrisa por la vida nueva, una lágrima por la perdida.
Su cercanía al pueblo pudo molestar a artistas distanciados, ambiciosos de diferencia, deseosos de altura, ávidos de avidez. Quizá no tan monstruosos como he gustado de pintarlos, quizá inexistentes al imaginarlos. Pero sabedores, de que este hombre, ya lejano, les superó no por fasto y despampano, sino por siempre haber...amado.

A Benedetti, gran desconocido, cuyo retrato formé a partir de escasa y dudosa información y una muy pequeña parte de su antología literaria. Grande.

domingo, 25 de octubre de 2009

Ejercicio estético: Voz agrietada y deseo sexual frustrado.

Oscuro. Me encanta empezar a narrar lo que voy a contar con un adjetivo. Nadie puede imaginar de que voy a hablar. ¿Oscuro día? ¿Oscuro mar?
Oscuro antro. Oscuro y sucio era el antro en el que me metía entre pecho y espalda dosificadas dosis de la droga preferida por las masas, el alcohol, concretamente, cerveza. Bendita bebida obtenida tras la fermentación del azúcar de malta. La obtención de este azúcar de los cereales y el posterior tratamiento que produce esta maravillosa bebida ya es mucho más antiguo que Jesucristo, y los egipcios, que parecen tan serios en sus sarcófagos, ya se ponían contentos con este orín alcohólico.
¿Y a quién le importa?

Sucio. El rincón que me he agenciado para disfrutar de mi incipiente embriaguez, está sucio. Mejor dicho. Este maldito lugar está lleno de mierda.
Hay gente que no soporta esos lugares cargados, llenos de humo y gente, donde al hablar ya estás tragándote el humo de alguien. Ese tipo de gente no podría soportar este antro. El humo forma parte aquí del oxigeno que se respira. La oscuridad no permite apreciarlo demasiado, aunque frente a mí hay diversos focos que escupen una luz amarillenta muy tenue, donde se puede observar el humo danzando, formando figuras efímeras. Me pregunto si seré el único que encuentra bello el humo moviéndose bajo esas luces. Me pregunto si alguien al verlo pensará "¡Carpe diem!".

La bebida gotea por la jarra y cae a la mesa, donde forma un pequeño charco. Una luna creciente formada por restos de alcohol que se ríe de mí. Noto que también gotea cerveza por mi boca. Me acerco la mano a la cara y la estrujo desde la boca a la barbilla quitándome cualquier resto de líquido. Noto por el tacto que debo llevar ya tres días sin afeitarme.

El sitio está bastante lleno de gente. Todos unos capullos.
A pesar de las aglomeraciones me gusta este antro por lo barato de sus jarras de cerveza y por la música que se escucha. Blues. El Blues proviene de África, y surgió al unirse ciertas tradiciones musicales del castigado continente con la música blanca en América. ¿Y a quién cojones le importa?

Debo estar ya bastante más ciego de lo que pensaba. A mi izquierda, en el otro rincón oscuro de la estancia, hay una mesa ocupada por un gordo vestido con una chupa de cuero y una mujer obsequiándonos con su escote de interesantes proporciones, vestida como una auténtica puta. ¿Me ha guiñado el ojo o me lo he imaginado?
Pronto descubro que no viste como una puta por casualidad. ¿Qué esperabais en un antro oscuro y sucio donde suena música de pobres? ¿flores y mariposas?

Si, esta mesa arrinconada es el mejor sitio si uno busca emborracharse con tranquilidad, sin tener que soportar las estúpidas conversaciones ajenas y pudiendo concentrarme en mis pensamientos. Uno puede estar rodeado de tanta gente y sin embargo estar solo. ¿Cómo es posible? ¿Acaso estar solo no es perderse en un desierto? A estas alturas es bastante innecesario contestarse a preguntas así. Digamos que nuestra mente es ese desierto, y nadie puede acompañarnos por el mismo. A veces me gustaría que alguien pudiese ver el desierto, pisar la arena y sentir el viento árido. Pero lo máximo que puedo hacer es contarle a alguien como es ese viento árido. Probablemente a ese alguien le importe el viento árido tanto como la procedencia del Blues o la fermentación del azúcar de malta. La gente es egoísta, y no puedo quejarme, porque yo también lo soy.

Para estar perdiendo el equilibrio, mi raciocinio no parece andar nada mal.

Hoy estoy solo, no solo en el desierto, como todos. Si no físicamente. Pero no necesito a estúpidos interesados que no sean capaces de comprender cuán árido es el viento.
Algunos se evaden de la realidad viendo la televisión, otros leyendo, otros follan. Después están los que quedan con los amigos y se emborrachan juntos, riéndose unos de otros, dejando al hígado de lado y anudando los lazos de la amistad aún mas fuertemente. Yo, que no me relaciono fácilmente con la gente, prefiero hacerlo solo.

De todas formas no es la borrachera lo que más me atrae en sí, no voy todas las noches a un antro sólo para alcanzar ese estado de inconsciencia consciente que resulta tan agradable como insana. Para ello no necesitaría salir de mi barrio, ni siquiera de mi propia pocilga, o casa, como lo llaman algunos.
A mí lo que realmente me gusta más tampoco es sentarme a meditar y pensar sobre mi vida, ya lo hago demasiado, continuamente. Lo que realmente me gusta de estas noches es percibir y sentir. Como si se tratase de una galería de arte, yo me presento cada noche en un bar. Donde la gente ve humo, yo veo figuras que me transmiten mensajes. Donde la gente ve manchas de alcohol, yo veo astros que me traen malos recuerdos. La gente oye música, yo la siento entrar por mi cuerpo y fluir por él. Cada nota de la armónica retumba en mi pecho y expira por mis fosas nasales. Las luces y los colores cambian en todo momento, y cada objeto, cada mesa, cada cerveza, cada escote de puta que hay a mi alrededor, contiene cientos de colores que vuelan hacia mi retina y estimulan mi mente, como si la golpeasen. Esta es mi forma de evadirme, otros ven la tele, otros follan...
Supongo que si no fuese pedo sería más difícil.

Puedo liberarme de todos esos malditos pensamientos que atormentan a uno, aspirar el humo y sentirme más vivo que nunca. Quizá podría hacer esto sin beber, quizá podría hacer esto en el campo. Quizá podría aspirar aire puro cuya esencia es el agua salada del mar. Pero eso me traería malos recuerdos. Lo hago en lugares donde tu nunca estarías, y puedo sentir lo mismo, puedo sentirme tan vivo aspirando humo en un bar de mala muerte que aire en la playa. Y si antes me ayudaba tu presencia, ahora lo que me atonta es el alcohol.

Tambaleándome me dirijo a la barra y le pago a la camarera. Una chica muy mona, rubia, joven, guapa.
-¿Sabías que el Blues proviene de África?-le digo, algo gangoso.
La chica me sonríe falsamente y con su mirada me suelta un “lárgate borracho apestoso”
Me quedo mirándola un rato, esperando algún tipo de respuesta. No sé porque le he dicho nada, supongo que es cierto que el alcohol hace amigos. De todas formas tiene pinta de ser lo suficientemente estúpida para no saber lo que es África. Además, ¿a quién coño le importa de donde proviene el Blues? A mí cuando me lo contaste.

Me alejé del bar lentamente, adentrándome por un maloliente callejón muy adecuado para violaciones, atracos y derivados.

Cuando te das cuenta de que has perdido algo, un libro, un pantalón, te molesta, pero no te importa demasiado. Pero a veces, a veces lees un libro, o ves una película, y de alguna forma los haces tuyos. A veces un pantalón pasa a formar parte de tu personalidad, una marca de ti, como un lunar, o un rasgo marcado de tu rostro.
Si pierdes ese libro, si pierdes ese lunar o ese rasgo marcado de tu rostro, te cagas en la puta de manera inmediata, y no puedes evitar echarlos de menos. Pero eso pasa, los mutilados aprenden a vivir sin piernas, lo superan. Yo solo tengo que esperar. Puede ser que lo que necesite sea una pierna ortopédica que me ayude.

Vomitar apoyando las manos sobre el áspero muro de ladrillo y aspirar el desagradable olor de mis tripas, no me hace sentir vivo. Desde luego no es una sensación agradable. Pero lo peor de todo es que llevaba quince años sin vomitar, y pretendía morir sin volver a hacerlo. Es odioso que las cosas no salgan como te propones.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Breve y horrorizante reseña

Leía yo hoy lentamente un ensayo de Marcuse (Eros y Civilización) que trata conceptos freudianos sobre la represión instintiva, la necesidad de esta para la creación de una sociedad común y pacífica y las posibilidades de una civilización guiada por los principios libidinosos e instintivos a expensas de la represión, siendo en mi opinión este principio de control instintivo en algunos ámbitos actuales de algún modo cada vez más reducido(las relaciones no monogámicas, homosexuales, el intercambio de parejas y demás actitudes de mismo perfil dejan progresivamente de ser tabú).

Precisamente era también hoy el día en que la lectura me resultaba más lúcida y concisa entendiendo las ideas con claridad y llegando de un modo personal a plantearme mis propias convicciones sobre las relaciones interpresonales en lo referente en gran medida al sexo y a las finalidades útlimas de mi existencia(sin duda, hedonistas o hedónicas en su mayoría). Bueno, pues precisamente hoy, entro en la web de uno de los diarios no gratuitos más sensacionalistas que existen en el país, pero con el que en ocasiones comparto ciertas ideas políticas o sociales expresadas a través de sus líneas editoriales o de concretos articulistas, y me topo con esta noticia:

http://www.publico.es/ultimahora/262465/escuela/australiana/prohibe/abrazos/recreo

Escalofriante. Medida origen de una monstruosa represión sólo posible en un enfermo mental obsesionado con el sexo y su significación pecaminosa y negativa propia de las religiones primitivas aún vigentes a la espera de revisionismos. Quizá una fijación extrema por el decoro, lo cuál no difícilmente nos llevaría a la conclusión precedente. Digo yo...

martes, 20 de octubre de 2009

Reciclando textos

Sentía cada palabra escrita impregnada de una suciedad penetrante. Se consideraba como un impío, una suerte de pecador herético. La catarsis que renueva el espíritu del escritor era una mentira cruel, todo lo contrario, se trataba de un banquete de dolor.

Buscaba en el amplio y etéreo mundo interior las palabras. Intentó que no fueran ideas, sólo palabras. Un continente cuyo contenido era indiferente acababa formando un traje cosido por telas de múltiples orígenes. Un párrafo contenía seda, terciopelo, algodón ecológico, trapos sucios...

el tropo relata un roto, cámara del camino, juguetes dormidos”

No sabía si debía contener un mensaje, un mensaje inteligible, o un mensaje útil, práctico, definible. Tampoco estaba seguro de conseguir atrapar la belleza obviando el fondo y anteponiendo un vocabulario arbitrario escogido por instinto. Pero evitando el mensaje evitaba mensajes mentirosos que lo quemasen en la hoguera y verdades afiladas que estigmatizasen su piel, suave.


Transfórmate, transfórmala. El amor es un sinónimo de cosmos.

A tientas es como mejor se encuentra el interruptor, desconozco otro camino.

Sentencias heraclíteas sin disfraz pierden consistencia.

Sócrates no consideraría suficiente justificar este texto basándose en los estímulos nerviosos que permiten el movimiento de los dedos, un poeta quizá sí. Un poeta quizá vendería a su madre por un tetrabrick de vino tinto. Un poeta quizá tuvo una mala madre.

El plagio es el único método de creación, me pregunto cuantas películas, cuantos conciertos, cuantos libros y cuantas obras artísticas tuvo que plagiar Dios para crear el universo. Para crearte a ti debió estudiar el impresionismo francés. Imposible, ningún crítico, por crítico que sea, podría despreciarte.

Si pudiese tener 7 años, me enamoraría de la niña que pintó Reynolds, Miss Bowles. Ella me rechazaría y 10 u 11 años después escribiría algo semejante.


El olvido es el único modo de tener una vida, pero puede destruirte. Quiero estatismo, parálisis. Cuando esté dentro de tus labios.

Una telaraña, anuncio de vejez, abandono. Símbolo de vida, desconocida, impenetrable, pero vida. En el cementerio crecen las flores más bellas. Del dolor ajeno quizá no nos alimentemos, pero es pieza indispensable para la nutrición.

Ya lo entiendo. Dios estuvo enamorado, pero no fue correspondido. Como el artista, frustrado, liberó su energía creando, creando el mundo. Un mundo terrible, lleno de egoísmo y de dolor, como el amor que sentía, pero también como éste, tremendamente bello.


No se confunda al sabio con el citador.


lunes, 19 de octubre de 2009

Síndrome de Stendhal

Era la primera vez que acudía a uno de aquellos rituales al considerar sus padres que ya alcanzaba una edad mínima adecuada para entender el entorno en el que se encontraba y que permitiría que se comportase con corrección. Le rodeaban rostros compungidos y serios, unos pocos se escondían de las miradas ajenas, entre silenciosos sollozos. Las palabras del sacerdote resonaban por la capilla creando lo que para él era un terrorífico efecto dramático que probablemente intensificase los sentimientos mezcla de dolor y misticismo que los religiosos allí presentes podían llegar a sufrir.

Llegó el momento de moverse lentamente con su familia para acercarse al ataúd en el que se encontraba el cadáver. La experiencia de vislumbrar la muerte cara a cara por primera vez no le resultaba atractiva en absoluto, mucho menos aún si era junto a su familia y ante decenas de personas. De pronto se cortó su respiración al ver el rostro sereno y tranquilo de aquella muchacha que nunca conoció. Entendió lo traumático que debió ser para sus padres ver morir a su propia hija, y compartió esa angustia durante unos instantes. Era la joven mas absolutamente bella y atractiva que jamás había visto. La imaginó atrapada en un profundo sueño, moviendo levemente aquellos labios carnosos, erizándose el vello, emitiendo calor a través de una pausada respiración. Sintió la tentación de besarla, de acercarse a su frío cuerpo y rozar sus labios con sus labios muertos e inertes. Tan joven, tan bella, con aquellos rasgos puros, piel tersa y nívea, el cuello manierista, el cabello del color del trigo, como un antiguo poema que siempre permanece, una verdad inmortal. No pudo sentir mayor tragedia que aceptar que aquel cuerpo sin vida que llamaba a la pasión y la satisfacción de los sentidos acabaría enterrado bajo tierra, pudriéndose, y que nunca más podría ser contemplado con gozo y admiración como él lo hizo, con auténtico estremecimiento, deseando que el tiempo se paralizase, enamorado. Era doloroso ser consciente que nunca podría abandonarse en el cuerpo de aquella e inocente maravilla, pero lo que realmente escocía en el alma, era que la muerte rasgara por completo cualquier posibildiad de que una chica tan hermosa puediese jamás disfrutar de los placeres que alguien como él, encegado por su belleza, hubiese podido ofrecerle.

Aquella noche lloró todo lo que no había llorado en el entierro.

sábado, 17 de octubre de 2009

Ya no seré feliz

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas,
una oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.


Jorge Luis Borges

jueves, 15 de octubre de 2009

Dogmas

Hace pocos días me invitaron a ver la nueva película de Amenábar, uno de los pocos cineastas españoles que consigue éxito en el extranjero e, independientemente de lo dicho, uno de los pilares que sustenta el maltrecho arte cinematográfico patrio, a nivel cualitativo y cuantitativo(económicamente). Fui el único de los que vimos la película que no se aburrió en exceso ni la consideró basura, aún confesando que la película es bastante mediocre y poco recomendable, esta poseía ciertos elementos quizá poco originales en su estructura que consiguen entretener al espectador medio como yo y tiene un argumento sencillo que sin embargo introduce alguna que otra situación interesante a nivel dramático y sobre todo en un sentido reflexivo. Me he visto tentado a escribir en la oración anterior la palabra histórico, pero creo que pese a que la trama de la película trata unos personajes reales y una situación histórica real acaecida en el mundo antiguo, creo que el resto de lo narrado es totalmente ficticio o en todo caso, siendo algunos elementos verídicos, están deformados y alterados en vistas a los objetivos narrativos y al mensaje anti-dogmático que pretende trasmitirse.

Me resulta muy atractiva la conclusión crítica que se obtiene de la película, ese, sin duda real, retroceso científico que el fanatismo religioso produjo en la civilización. Impacta sobremanera la actitud fundamentalista de los personajes cristianos en la evolución de la trama y es difícil no realizar un paralelismo a través de ciertas escenas entre las actitudes de estos seres del pasado y fanáticos actuales de una muy concreta facción de la religión monoteísta islámica. Ese comportamiento acrítico y ciego es un veneno que el ser humano más civilizado y moderno ni siquiera ha conseguido erradicar. Si en sociedades consideradas atrasadas el fundamentalismo religioso acaba con la vida de mujeres que han sufrido violaciones a base de pedradas, en nuestras sociedades occidentales progres y avanzadas mantenemos una casta religiosa que participa en el desprestigio de las nuevas costumbres de libertad social y sexual que durante largos años llevan legitimándose socialmente en estados democráticos. La fe, la pasión religiosa, se superpone como sentimiento a cualquier razonamiento, la pasión y la euforia es el único razonamiento, el dogmatismo, ley interiorizada, es considerada una obligación generalizable de la que nadie debe escapar. Cuando estos síntomas se presentan en sociedades lejanas que violentamente imponen al más puro estilo histórico sus convicciones sobre el resto de personas podemos sentirnos ajenos y libres de tales barbaridades. Sin embargo, en un grado mucho menos agresivo y reaccionario(a excepción de los grupos más radicales) este tipo de comportamientos sigue vigente en nuestro mundo tanto dentro como fuera de la esfera religiosa. La necedad con la que se defienden posturas políticas o ideológicas, que bien pueden ser legítimas, se acerca a la pasión y al sentimiento de pertenencia que muchos aficionados a los deportes sienten por sus equipos o muchos nacionalistas por sus patrias, olvidándose, pues , todo sentido autocrítico y reflexivo en ideas que son consideradas intocables y de imposición obligatoria.

De algún modo, los más acérrimos defensores del comunismo marxista anti-revisionistas obvian las brutalidades del estalinismo(por no mencionar situaciones actuales) que ellos mismo critican en abominables ideologías contrarias, los padres de la Iglesia no dudan en castigar religiosamente a todos los que pretenden vivir el sexo siguiendo unos esquemas hedonistas contrarios al ascetismo cristiano, y los votantes del PP valencianos no dudan en que deben seguir votando al mismo partido pese a que la corrupción les ahogue lentamente. Ese encegamiento en las propias creencias es un enemigo a batir por la filosofía, por la reflexión pausada y exploradora de quien realmente es capaz de cuestionarse sus propios principios, de quien pese a que todos sus sentidos le indican que es imposible, se plantea si la Tierra será redonda y no plana.

Para terminar, comentaré de pasada como ese dogmatismo tan negativo y duramente criticado desde una posición tolerante, pacífica y en gran medida,escéptica, tan común en el ámbito de las religiones es posible encontrarlo precisamente en los sectores más críticos con estas posiciones religiosas. El cristianismo no es sólo el Vaticano, dinero, visión machista e intolerancia ideológica. El cristianismo también es una creencia adaptada aun mundo democrática que respeta otras religiones o cosmovisiones, también es un conjunto de personas que no se siente supeditada a los discursos del Papa y que lucha por unos ideales morales comúnmente valorados. Como leí en una carta al director en cierto periódico enviada por una cristiana, el cristianismo no se reduce a lo que los tramposos medios de comunicación pretendan mostrar, el cristianismo son personas, muchas de ellas, tolerantes y merecedoras de respeto. En cualquier caso la crítica, a ser posible sin acritud, siempre es positiva y en alguna medida, constructiva. En otros casos, el cabreo parece justificado, y la crítica(o insulto) quizá no sea tan afable como gustaría. Pueden ser perdonadas cuando provienen de la mente de personajes tan sabios e inteligentes que conocen incluso mejor la imaginería y el transfondo conceptual del mundo que satirizan o repudian que los mismos defensores del mismo.
Estoy hablando, para concretar y acabar por fin, de Saramago, premio Nobel que desde una posición atea suele blasfemar, iracundo, contra la religión cristiana. Sin duda consciente de la ambigüedad del término cristiano y sus múltiples significados anteriormente referidos. Todo un alarde de ingenio su capacidad para tratar con humor ideas y convicciones contrarias a la religión. Primer capítulo de su nuevo libro:

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Saramago/pide/cuentas/Dios/elpepucul/20091013elpepucul_2/Tes

jueves, 8 de octubre de 2009

Dos Dudas

Hoy leo en el País una noticia en la que se informa de la condena penal atribuída a diversos personajes por la publicación a través de la ya desaparecida librería Kalki y una editorial barcelonesa de obras pro-nazis que difundían ideas genocidas y xenófobas. (No puedo pegar el link a la noticia, no sé por qué razón, los caminos de la informática son inescrutables).
Minutos después leo en Público otra noticia en la que se habla de una manifestación antifascista convocada en Madrid. Se critica la decisión del gobierno al prohibir la manifestación por considerar que el fascismo no es delito y por tanto el lema de la convocatoria, "stop terrorismo fascista", improcedente y se menciona que pese a la prohibición los colectivos convocantes pretenden salir a la calle.

Ante estas informaciones, y con ciertas ganas de actualizar el blog con algún texto propio pese al fracaso de visitas y firmas, me surgen dos dudas de carácter diverso. La primera de ellas es:
¿Consideran los jueces barceloneses que la apología del nazismo es delito y sin embargo el gobierno madrileño niega la ilegalidad de tal ideología?
-Para responder a tal cuestión es interesante leer la información que uno de los anónimos firmantes que expresan su opinión en la noticia del diario a través de la web. El desconocido explica la distinción enntre fascismo y nazismo, y cómo, pese a pertenecer el nazismo a una ideología fascista, el fascismo no incorpora entre sus preceptos o dogmas de forma necesaria el racismo o el apoyo al genocidio. Pese a ello, el fascismo si mantiene una fuerte defensa del nacionalismo que puede fácilmente desembocar en ideas xenófobas y obviamente, militaristas y agresivas(esto también va por ti, ETA). Aún con todo, lo que la manifestación denuncia son casos concretos de violencia racista que si se han considerado como ilegales, si el término fascismo no es del todo correcto en esta situación al referirse a él como ideología concreta, se utiliza comunmente de modo crítico para adjetivar acciones en las que se impone una fuerza mediante la violencia, siendo ese es el valor semántico que considero importante entender en el eslogan principal de la manifestación. Es decir, no sería correcto criticar el fascismo como ideología siendo el racismo lo que se repudia(si seguimos la distinción anterior, pues yo también repudi el fascismo sin racismo), pero sí es válido, al menos en el lenguaje común, utilizar ese término para describir los actos delicitivos que se están denunciando. Debe entenderse las connotaciones que el término fascismo ha adquirido en la actualidad, aunque este es un campo en el que prefiero no meterme porque andaría bastante a ciegas(no sabría concretar si puede convocarse una manifestación contra una ideología concreta que en principio no atente contra los derechos humanos o si yo defendería una manifestación de tales características). Lo que si tengo bastante claro es que no puede negarse una manifestación crítica con el racismo, con los ideales anti-democráticos y contra catos ilegales y que sin embargo sean posibles manifestaciones racistas como las que protagoniza ESPAÑA2000 todos los años en Valencia.

La segunda duda es:
Los colectivos anarquistas probablemente apoyen esta manifestación, incluso me atrevo a pensar que son un pilar fundamental en la convocatoria debido al carácter totalmente opuesto a las ideologías fascistas, racistas, nazis, etc, que de un modo general se critican. Pero si los anarquistas defienden eso de "ni Dios ni Patria ni polllas", y son contrarios a un Estado legitimado para coaccionar a los ciudadanos(tal como el Estado español), pese a su posible carácter democrático...¿Pueden entonces negar y rechazar la difusión de ideologías pese a que estan tengan un carácter antilibertario y antihumanista?
-Es una auténtica duda nacida desde mi desconocimiento e ignorancia, y me gustaría encontrar una respuesta o una solución alternativa o anarquista al problema que se plantea.
(Ayuda!)

martes, 6 de octubre de 2009

Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.

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"Tengo estos huesos hechos a las penas" - Miguel Hernández.

viernes, 2 de octubre de 2009

Hipocresía

Hoy cuatro ciudades del mundo disputaban entre ellas la oportunidad de organizar los juegos olímpicos y paralímpicos, entre ellas Madrid. Por motivo de la presentación oficial en la ciudad en Copenhague el día que el jurado ha realizado la votación, y debido a la importancia que los medios han dado al acontecimiento, he podido ver el spot o video promocional que Madrid ofrecía para defender su candidatura como anfitriona de los juegos. El video, pretendiendo vender al jurado un carácter multicultural, algo bastante inteligente considerando que se trata de una competición internacional, mostraba a diversas personas de distintos colectivos de inmigrantes ensalzando tópicos de sus países como rasgos compatibles con el espíritu de la urbe madrileña y propios de la misma. Por citar un ejemplo, podíamos ver a un alemán ensalzando a sus compatriotas como los "más madrileños" ya que en la ciudad pueden practicar con normalidad una afición muy propia del estereotipo alemán, irse de cañas, beber birra.

Me pregunto si los inmigrantes que por no tener sus papeles en regla se amontonan en el Centro de Internamiento de Extranjeros El Aluche también son tan madrileños como los inmigrantes que afablemente sonríen en el spot. Estos extranjeros son encarcelados, privados de su libertad, e incluso como se ha denunciado en algunos casos, maltratados y vejados, únicamente por su condición de ilegalidad pese a no haber cometido necesariamente un delito(ya que la no tenencia de la nacionalidad en ciudadanos residentes en España es tan sólo considerada judicialmente como una falta administrativa). ¿Menciona el video las numerosas cárceles para inmigrantes ilegales que pueblan el país y los diversos casos de maltrato y agresión a los derechos humanos? ¿Menciona el video las órdenes recibidas por los agentes de seguridad para centrar su atención en la detención de extranjeros sin papeles? No, el video muestra una ciudad de Madrid multicultural y progresista que no tiene porque ser irreal, pero oculta de modo hipócrita la actitud opuesta, privadora de derechos universales y predominante en el ideario de nuestros políticos.
Debemos exigir soluciones a nuestros gobernantes, a los gobernantes de todos los países de población emigrante y a nosotros mismos, ya que absolutamente todos somos responsables.

Información sobre los CIE:
http://www.solidaridad.net/_articulo5579_enesp.htm

Información sobre la situación de los diversos CIE esañoles:
http://maps.google.es/maps?hl=es&ie=UTF8&q=http://bbs.keyhole.com/ubb/placemarks/32543.kmz&ftid=06D7737EF3D763AE




"Dime cómo son tus cárceles y te diré cómo es tu país"

Michel Foucault (creo)

jueves, 1 de octubre de 2009

Mirar artístico

Esta Ciudad (pensé) es tan horrible que
su mera existencia y perduración, aunque
en el centro de un desierto secreto,
contamina el pasado y el porvenir y de
algún modo compromete a los astros.
Mientras perdure, nadie en el mundo podrá
ser valeroso o feliz.



Jorge Luís Borges. El inmortal.



La vida es dolor, la vida es sufrimiento, y todo ser humano es Sísifo, arrastrando penosamente en vano una pesada roca para volver a hacerlo una y otra vez. Schopenhauer, que poca afinidad siente por los textos Bíblicos, recurre a la expulsión del Paraíso de Adán y Eva para apoyarse aún más si cabe en su teoría metafísica de la podredumbre humana. No podemos librarnos del querer, del egoísmo inherente a nuestra estructura que nos insta a desear y desear, y en consecuencia, no podemos desembarazarnos de la aflicción y el dolor que la insatisfacción conlleva.
"Pero cuando una circunstancia externa o nuestra armonía inferior nos eleva un momento por encima del torrente infinito del deseo, libertan nuestro espíritu de la opresión de la voluntad, apartan nuestra atención de todo lo que solicita y se nos aparecen las cosas desligadas de todos los prestigios de la esperanza, de todo interés propio, como objetos de contemplación desinteresada y no de concupiscencia. Entonces es cuando ese reposo vanamente buscado por todos los caminos abiertos al deseo, pero que siempre ha huido de nosotros, se presenta en cierto modo por sí mismo y nos da la sensación de la paz en toda su plenitud".

El mirar artístico, es una respuesta al dolor, una solución efímera pero efectiva frente al mirar común, interesado y deseoso, el mirar que implica sufrimiento. La contemplación estética del arte, o la contemplación estética de la naturaleza misma a modo de arte, nos evade de todo querer. Nos apasionan las tragedias o comedias, que con distintas perspectivas, muestran los quehaceres de la voluntad en seres que no somos nosotros, convirtiendo sus vidas en aventuras dramáticas o cómicas, aún pudiendo ser ciertas y no ficciones teatrales, como ciertos aparentan ser los reality shows o ciertas eran las batallas del anfiteatro romano. Pero el arte supremo, aquel que hace danzar a la propia voluntad y la acalla y silencia siendo mismo voluptuoso reflejo de esta en el mundo externo, es la música, estructurada de este modo no sólo por su extremada belleza, sino por su carácter abstracto, inmaterial. ¡La música es la misma voluntad!, y su audición permite saborear sin dolor alguno el desgarro que esta produciría en nuestro ser. Vienen a mi memoria tras leer los aforismos Schopenhauerianos las creencias pitagóricas derivadas del estudio de la armonía musical y la importancia del número en la estructura de la melodía, transportando tal importancia estructurante al universo entero, convirtiéndose el número en esencia misma de todo lo existente. Mi mente, dada a buscar conexiones y relaciones cuál detective, llega a la conclusión de que Schopenhauer no descubrió el dolor a través de una teoría metafísica kantiana en la que el noúmeno es transformado en voluntad, sino qué el dolor le descubrió esa posibilidad, mas no es un gran descubrimiento este, mejor denominarlo obviedad.
Retornando al mirar artístico, a la contemplación estética desinteresada, ya sea frente a una obra idealizada, frente al realismo más estricto y minucioso, frente a la naturaleza exaltada, armoniosa, frente a la mirada alegre de la joven, frente a su mirada frívola y despectiva, resulta clave la embriaguez de la que Nietzsche en cierto aforismo menciona, la misma embriaguez quizá que el polémico Baudelaire aconseja en una de sus poesías en prosa, esa deformación de la realidad, esa idealización. ¿No será acaso la liberación del querer, del interés, de la voluntad? Pero, ¿podría ser el filosofar un modo de vivir artístico? ¿podría ser la filosofía otra vía para liberarse, aunque sea momentáneamente, de la esclavitud del deseo? ¿El propio Schopenhauer se sentiría aliviado escribiendo sus melancólicas obras? Probablemente no, probablemente el filósofo sintiese mayor pesadumbre escribiendo una y otra vez sobre el dolor, mediando un interés de expresar, de alcanzar a un público, que a lo largo de su vida siempre fue minoritario. Pero quizá, la vida contemplativa, no en un sentido estético, sino reflexivo(no siendo ambos auto-excluyentes y pudiendo conjugarse, con excelentes resultados diría yo) podría resultar también una temporal escapatoria de la voluntad opresora.

Pitágoras, por retornar a caminos ya recorridos en este texto, si no nos engañan los fragmentos recogidos sobre aspectos de su vida, y no sería de extrañar siendo abundantes las fantasías en torno a su figura, fue el primero en denominarse filósofo, amante empedernido de la sabiduría. Se cuenta que estableció un curioso paralelismo entre la vida y una Olimpiada. A esta celebración deportiva acuden los atletas, deseosos de victorias y sus consecuentes honores, objetivo vital de muchos hombres. También acuden mercaderes, que mediante su trabajo pretenden enriquecerse, fin último de gran cantidad de seres humanos. Por último, también acude el público, que mira desinteresadamente(cayendo Pitágoras en el error de considerar el propio goce como algo desinteresado) las competiciones. De este modo, comparó al filósofo con este espectador, observador desinteresado que tan sólo busca comprender, cuyo fin es la verdad, "por fea y áspera que esta sea", diría mucho tiempo después el irreverente Nietzsche. De igual modo que la contemplación estética nos purgaba del deseo, la contemplación filosófica desinteresada nos alivia del dolor, pese a que quizá la misma ardua búsqueda de la verdad nos ha descubierto que ni siquiera en estas dos maneras de entender el mundo, aunque efímeras, nos libramos del egoísmo y del deseo, que ambas son sublimaciones de este, de la voluntad tiránica, y que el querer no querer es querer.

Pero un mundo gobernado por nuestro egoísmo no implica necesariamente sufrimiento si hemos encontrado ya dos vías, aunque momentáneas, para canalizarlas, y si son posibles quizá otras muchas. No se filosofa y después se siente, se siente y después se filosofa, por lo que leer a Schopenhauer no nos trasladará al dolor del mismo modo que leer a Nietzsche no nos hará amarlo, no de un modo completo si no tenemos la misma actitud volitiva que ellos y somos ajenos a una propia y característica individualidad emocional. Podemos y debemos aprender de ellos, pero debemos superarlos, o si se quiere una metáfora que no pretenda elevación, diferenciarnos. En el caso de que nuestra propia estructura fisiológica, nuestro inherente egoísmo, sea la inevitable causa del sufrimiento humano, y en el terrible caso de que este sea en consecuencia irreparable por mucho que cambiemos nuestras actitudes, siempre nos quedará el idealismo utópico, no como solución real, sino como fantasía que permitirá no odiarnos a nosotros mismos.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Febrero, tus labios y otras contradicciones

-No quiero que me mates.
-Sabes que es lo mejor tanto para ti como para mí -replicó ella con un atisbo de tristeza dibujado en su mirada-. Debo hacerlo.
La estancia en que ambos cuerpos desnudos se situaban discutiendo sobre la posibilidad de morir o vivir era pequeña, sucia y angustiosa. En la sala, iluminada por una única bombilla de poca potencia colgada en un ventilador colocado en el techo, se podía tan sólo respirar polvo y humedad. La bombilla se tambaleaba al irregular ritmo del ventilador, que aceleraba o ralentizaba su velocidad con frecuencia sin causa aparente. La respiración era dificultosa debido al agobiante calor.
-¡No se trata de opciones que se puedan escoger tras una meditación racional!- Exclamó frustrado el chico tras dejar de juguetear con los desgarrones del empolvado sofá de cuero negro en el que estaba sentado-. Es diferente, simplemente no quiero morir, me da tanto miedo.
Cambió de postura intentando encontrar una comodidad que la conversación jamás le permitiría encontrar.
-Yo tampoco quisiera matarte -contestó la chica sujetando con fuerza un revólver mientras cruzaba los brazos-, pero indudablemente es el camino que debemos seguir, ya no hay vuelta atrás y tu existencia acabará por dañarme.
Ella giró el rostro y miró los ficheros grises que decoraban el cuarto. Él se enardeció y apretó rabiosamente los puños.
-¡Es tan fácil para ti!...niña de ojos alegres
De pronto vinieron a la mente de la chica imágenes fugaces, momentos previos no muy lejanos en los que habían gemido exhaustos de placer, unidos en un mismo cuerpo.
-Te contaré una historia, ¿sabes? –dijo ella manteniendo la calma no sin esfuerzo-. En la sabana africana existía una tribu que era conocida como los “Cundgala”. Esta etnia, apenas formada por unas decenas de personas, estaba totalmente dominada por los hombres. Los hombres de la tribu no realizaban trabajo alguno, quizás la caza esporádica si los recursos eran escasos. Ellos ordenaban a sus mujeres los trabajos que debían realizar y estas correspondían a sus peticiones con docilidad.
-¿Y qué tiene que ver eso conmigo? –Preguntó extasiado el joven.
-¡Déjame continuar! –Gritó ella enfadada. El ventilador aceleró la marcha y el aire sofocante pareció refrescarse levemente, se pasó el brazo por la frente para secarse el sudor-. Un día llegó al poblado una mujer extranjera, blanca. Se integró rápidamente entre ellas, trabajando con dureza y aceptando las costumbres de aquella tierra. Harta de sufrir la represión y la injusta subordinación a los hombres comenzó a inculcar entre las mujeres nuevos ideales de igualdad. Les hizo ver que no eran seres inferiores y que no merecían continuar supeditadas a los mandatos de unos pocos hombres crueles. Todas las mujeres del poblado se rebelaron contra ellos, pero pese a ser más y poner todo su empeño, fracasaron. Los hombres demostraron que podían dominarlas porque eran más fuertes. La dominación no era para ellas de nuevo una opción, tan sólo conocían la vía de la lucha, tan fuertes eran sus convicciones que jamás volverían a arrodillarse ante los hombres. Aquello acabó con sus vidas. Henchidas de dignidad dejaron la existencia. ¿Consiguieron algo?
El ventilador volvió a decelerar y la bombilla parpadeó durante unos instantes.
-Murieron todas. –Dijo él con cautela.
-Murieron todas, sí, para eso sirvieron los ideales, los grandes ideales que justifican fundamentan y sostienen el caminar del mundo.
-Sin embargo acabaron con su sufrimiento, y también con ellos, condenándoles a tener que trabajar con su propio esfuerzo para sobrevivir e impidiendo que se perpetuasen al no tener mujeres con las que procrear. –Replicó el chico con expresión de pedante autosuficiencia.
-No quiero actuar como ellas, creer en un ideal y pagarlo después
-Huyendo de ellas estás comportándote del mismo modo, huyes de un ideal, tan convencida, que no eres capaz de ver que actúas bajo los mismos esquemas. Me matarás a causa de una idea, o unas ideas, y consiguiendo tu objetivo, morirás tú también. ¿y cómo tengo que sentirme ante ello? Un daño colateral en la lucha contra un ideal, es horrible.
Ella comenzó a caminar alrededor de él, de un lado a otro de la estancia, pensativa. Él restregaba las manos por el rostro. El dolor parecía a punto de escapar de sus cuerpos e inundar la habitación como una plaga de molestos insectos.
-Tengo miedo a la muerte. No soy capaz de imaginarla, es inimaginable, porque es la nada, y tengo miedo a la nada. Quiero seguir sintiendo, quiero seguir respirando, quiero seguir comiendo y dormir soñando, poder mirar chicas bonitas y lamentarme y reír.
-Quizá hay otra vida -intentó consolarle-, y puede que en ella nos volvamos a ver.
-No creo que quieras verme otra vez, y de poco serviría si yo soy un escorpión y tu un niño tunecino. –Contestó con voz apagada. Miró el cuerpo de la joven, y sintió el leve pinchazo de la excitación.
-Hay que hacerlo.
-Esto no es un suicidio asistido, es un asesinato.
-¿Por qué? Es únicamente porque no pones de tu parte, te niegas a ver la realidad
-Me niego a tu realidad, sí, a tu idea provechosa a largo plazo. ¿Quién eres? –preguntó con sorna-, ¿Un Napoleón? ¿Alejandro Magno? ¿Uno de los hombres grandes que pueden obviar las implicaciones éticas de sus actos? También ellos luchaban por ideales, grandeza, patria...
-¡Sólo soy una superviviente que huye de su pasado! –Exclamó enfurecida.
-¡¿Tan horrible fue?! ¿Tanto dolió un concepto abstracto?
Ambos callaron.
Lejos de aquel antro sin ventanas, niños jugaban, peleaban y bromeaban. Un lobo devoraba un pequeño cordero indefenso y disfrutaba felizmente de su festín y una anciana redescubría el amor y el apetito sexual a sus setenta años. Allí dentro sólo se respiraba asfixiante tristeza.
La chica se acercó a él, mirándole fijamente. “Es lo mejor para los dos”, susurró, y le besó. Un rápido y sentido beso, tan profundo y fugaz como sólo puede ser el último. Apuntó con el revólver a su cabeza y disparó, inundando de sangre y fluidos la pared y el sofá, manchando sus brazos y su pecho. El cadáver inerte parecía más frágil debido a su desnudez, pero ella , que solía llorar con las comedias románticas americanas consiguió reunir fuerzas para contener sus lágrimas. Salió de la estancia tras vestirse, desconocía todavía que también había muerto.