sábado, 26 de septiembre de 2009

Febrero, tus labios y otras contradicciones

-No quiero que me mates.
-Sabes que es lo mejor tanto para ti como para mí -replicó ella con un atisbo de tristeza dibujado en su mirada-. Debo hacerlo.
La estancia en que ambos cuerpos desnudos se situaban discutiendo sobre la posibilidad de morir o vivir era pequeña, sucia y angustiosa. En la sala, iluminada por una única bombilla de poca potencia colgada en un ventilador colocado en el techo, se podía tan sólo respirar polvo y humedad. La bombilla se tambaleaba al irregular ritmo del ventilador, que aceleraba o ralentizaba su velocidad con frecuencia sin causa aparente. La respiración era dificultosa debido al agobiante calor.
-¡No se trata de opciones que se puedan escoger tras una meditación racional!- Exclamó frustrado el chico tras dejar de juguetear con los desgarrones del empolvado sofá de cuero negro en el que estaba sentado-. Es diferente, simplemente no quiero morir, me da tanto miedo.
Cambió de postura intentando encontrar una comodidad que la conversación jamás le permitiría encontrar.
-Yo tampoco quisiera matarte -contestó la chica sujetando con fuerza un revólver mientras cruzaba los brazos-, pero indudablemente es el camino que debemos seguir, ya no hay vuelta atrás y tu existencia acabará por dañarme.
Ella giró el rostro y miró los ficheros grises que decoraban el cuarto. Él se enardeció y apretó rabiosamente los puños.
-¡Es tan fácil para ti!...niña de ojos alegres
De pronto vinieron a la mente de la chica imágenes fugaces, momentos previos no muy lejanos en los que habían gemido exhaustos de placer, unidos en un mismo cuerpo.
-Te contaré una historia, ¿sabes? –dijo ella manteniendo la calma no sin esfuerzo-. En la sabana africana existía una tribu que era conocida como los “Cundgala”. Esta etnia, apenas formada por unas decenas de personas, estaba totalmente dominada por los hombres. Los hombres de la tribu no realizaban trabajo alguno, quizás la caza esporádica si los recursos eran escasos. Ellos ordenaban a sus mujeres los trabajos que debían realizar y estas correspondían a sus peticiones con docilidad.
-¿Y qué tiene que ver eso conmigo? –Preguntó extasiado el joven.
-¡Déjame continuar! –Gritó ella enfadada. El ventilador aceleró la marcha y el aire sofocante pareció refrescarse levemente, se pasó el brazo por la frente para secarse el sudor-. Un día llegó al poblado una mujer extranjera, blanca. Se integró rápidamente entre ellas, trabajando con dureza y aceptando las costumbres de aquella tierra. Harta de sufrir la represión y la injusta subordinación a los hombres comenzó a inculcar entre las mujeres nuevos ideales de igualdad. Les hizo ver que no eran seres inferiores y que no merecían continuar supeditadas a los mandatos de unos pocos hombres crueles. Todas las mujeres del poblado se rebelaron contra ellos, pero pese a ser más y poner todo su empeño, fracasaron. Los hombres demostraron que podían dominarlas porque eran más fuertes. La dominación no era para ellas de nuevo una opción, tan sólo conocían la vía de la lucha, tan fuertes eran sus convicciones que jamás volverían a arrodillarse ante los hombres. Aquello acabó con sus vidas. Henchidas de dignidad dejaron la existencia. ¿Consiguieron algo?
El ventilador volvió a decelerar y la bombilla parpadeó durante unos instantes.
-Murieron todas. –Dijo él con cautela.
-Murieron todas, sí, para eso sirvieron los ideales, los grandes ideales que justifican fundamentan y sostienen el caminar del mundo.
-Sin embargo acabaron con su sufrimiento, y también con ellos, condenándoles a tener que trabajar con su propio esfuerzo para sobrevivir e impidiendo que se perpetuasen al no tener mujeres con las que procrear. –Replicó el chico con expresión de pedante autosuficiencia.
-No quiero actuar como ellas, creer en un ideal y pagarlo después
-Huyendo de ellas estás comportándote del mismo modo, huyes de un ideal, tan convencida, que no eres capaz de ver que actúas bajo los mismos esquemas. Me matarás a causa de una idea, o unas ideas, y consiguiendo tu objetivo, morirás tú también. ¿y cómo tengo que sentirme ante ello? Un daño colateral en la lucha contra un ideal, es horrible.
Ella comenzó a caminar alrededor de él, de un lado a otro de la estancia, pensativa. Él restregaba las manos por el rostro. El dolor parecía a punto de escapar de sus cuerpos e inundar la habitación como una plaga de molestos insectos.
-Tengo miedo a la muerte. No soy capaz de imaginarla, es inimaginable, porque es la nada, y tengo miedo a la nada. Quiero seguir sintiendo, quiero seguir respirando, quiero seguir comiendo y dormir soñando, poder mirar chicas bonitas y lamentarme y reír.
-Quizá hay otra vida -intentó consolarle-, y puede que en ella nos volvamos a ver.
-No creo que quieras verme otra vez, y de poco serviría si yo soy un escorpión y tu un niño tunecino. –Contestó con voz apagada. Miró el cuerpo de la joven, y sintió el leve pinchazo de la excitación.
-Hay que hacerlo.
-Esto no es un suicidio asistido, es un asesinato.
-¿Por qué? Es únicamente porque no pones de tu parte, te niegas a ver la realidad
-Me niego a tu realidad, sí, a tu idea provechosa a largo plazo. ¿Quién eres? –preguntó con sorna-, ¿Un Napoleón? ¿Alejandro Magno? ¿Uno de los hombres grandes que pueden obviar las implicaciones éticas de sus actos? También ellos luchaban por ideales, grandeza, patria...
-¡Sólo soy una superviviente que huye de su pasado! –Exclamó enfurecida.
-¡¿Tan horrible fue?! ¿Tanto dolió un concepto abstracto?
Ambos callaron.
Lejos de aquel antro sin ventanas, niños jugaban, peleaban y bromeaban. Un lobo devoraba un pequeño cordero indefenso y disfrutaba felizmente de su festín y una anciana redescubría el amor y el apetito sexual a sus setenta años. Allí dentro sólo se respiraba asfixiante tristeza.
La chica se acercó a él, mirándole fijamente. “Es lo mejor para los dos”, susurró, y le besó. Un rápido y sentido beso, tan profundo y fugaz como sólo puede ser el último. Apuntó con el revólver a su cabeza y disparó, inundando de sangre y fluidos la pared y el sofá, manchando sus brazos y su pecho. El cadáver inerte parecía más frágil debido a su desnudez, pero ella , que solía llorar con las comedias románticas americanas consiguió reunir fuerzas para contener sus lágrimas. Salió de la estancia tras vestirse, desconocía todavía que también había muerto.

jueves, 24 de septiembre de 2009

No estoy hablando de ti


Las personas de las fotos antiguas suelen ofrecer miradas tristes, graves o de extrema seriedad. Está claro que en otros tiempos el retrato fotográfico era un acontecimiento importante, poco común yde gran trascendencia. El uso continuado de los medios fotográficos a lo largo del tiempo daría pie a que una actividad ya tan usual como fotografiar a una persona pasase de ser algo serio y relavante a algo rutinario y generalizado, de tal modo que la misma pérdida de gravedad quedaría reflejada en las miradas de los retratados. Es comprensible esa seriedad, cuando el retrato fotográfico carece de un carácter lúdico, como ese elc aso de las fotos de carné, es todavía muy común encontrar rostros no sonrientes. Hoy día es popular sonreir aún sin ganas ante la cámara, pero en aquellos tiempos no eran los sentimientos de juventud y alegría vital los que pretendían trasmitirse en la reproducción fotográfica.
¿Pero por qué ese brillo de tristeza en los ojos de tanos fotografiados? ¿Por qué se acentúa la desesperanza con esos tonos sepia y esa ausencia de color? ¿Es una relación intrínseca o es creada a posteriori por la sociedad?
Uno mira las fotos antiguas y piensa que hemos pasado de una vida triste y gris a un presente lleno de color y felicidad, como si aquellas personas viviesen realmente el dolor de un modo que nosotros nopudiesemos imaginar ni mucho menos soportar. Si ello es cierto, los momentos de alegría e ilusión de estos personajes debieron ser tan inmensos que provocarían tremenda envidia en este mundo fácil y ligero.

martes, 22 de septiembre de 2009

¿Pensamiento crítico?...¡No por favor!

Leo en "El Mundo" una pequeña columna referida al tan en boga giro editorial que se ha dado en "El País" respecto a la actuación del gobierno, y en concreto, frente a la presunta individualidad del presidente en la toma de decisiones que, sean o no tiempos de crisis, inevitablemnte causan confrontación y discordia. Varias publicacines norteamericanas (y que se me perdone el prejuicio que tengo hacía gran parte de todo lo provinente del exterior del país, que me parece generalmente mejor y de mayor calidad, más aún si se trata de países democráticos y "avanzados") entendieron que las críticas que "El País" realizaba hacia la actitud del partido socialista habiendo sido durante largos años el medio más complaciente y benévolo respecto a este grupo político se debían al flaco favor que el gobierno pretende realizar con su nueva ley de TDT de pago(que a saber de qué va la cosa) al grupo editor del diario, PRISA. Así pues, las divergencia de opiniones mostrada por tal medio de comunicación(incluyendo los palos que Zapatero se llevó de parte de Gabilondo en Cuatro) respecto al ejecutivo podría, tal como se sospecha desde otros medios, haberse debido a la ruptura del amiguismo y del recíproco cumplimiento de favores, un simple correctivo o reprimenda al PSOE materializado en mala prensa por haber tocado lo que no debía. En caso de ser esto cierto, cosa muy probable y coherente, mentiría el diario al defender su linea editorial como abierta, democrática y consensuada y por el contrario los integrantes de la Redacción basarían sus ideas y opiniones en los intereses económicos individuales de la empresa, cosa que al fin y al cabo vemos reflejada en todos los medios de comunicación y en como en ellos se transmite la información.

Lo peor no es esto, lo que realmente me ha impulsado a reflexionar y escribir este texto frugal y superfluo, que sin embargo considero de gran interés si se confía en una futura mejor salud política en nuestras vidas, es el hecho de que muchos de los lectores de "El País", tal como afirmaba "El Mundo" en su columna, dejaban bien claro en la web del diario que no deseaban en absoluto una divergencia de opiniones ni mucho menos que puedan encontrarse en el periódico líneas que se posicionen contra el gobierno, tal y como aparentemente se había llevado haciendo hasta ahora. Es obvio que solemos decidirnos por un medio informativo según el grado de empatía ideológica que en él encontramos, pero tales comentarios mostraban que no era aceptable crítica alguna hacía el partido político que se vota por parte del lector(y partido político no es ideología), una auténtica defensa de la censura que prácticamente podemos encontrar con el PP en Canal 9, Telemadrid o Intereconomia de mano del mismo público que traga con tal desinformación. Considero estas críticas al diario como una auténtica falta de criterio propia de un populacho atiborrado de bipartidismo exaltado que no es capaz de entender la autocrítica como un ejercicio de progreso y perfección. En mi opinión las críticas realizadas no sólo deberían defender la variedad y pluralidad de opiniones, sino que deberían centrar su rechazo en el comportamiento lameculos que el diario ha podido llevar respecto al gobierno "socialista" tiempos atrás, es decir, las críticas deberían haber sido todo lo contrario de lo que han sido.

Es triste que sigamos teniendo dos grandes partidos políticos repletos de incompetentes que prácticamente excluyen al resto de opciones debido a que medios de comunicación en competencia se dedican a loar a unos u otros, confundiéndose en ocasiones si el principio de tales preferencias surgen debido a los diferentes ideales o si estos mismos van reformulándose al paso en detrimento de los intereses privados. ¿Alguien cree aún que los políticos que rigen el país buscan el bien común y que no centran la mayoría de sus esfuerzos en sus propios asuntos de lucro personal cuando ni siquiera los periodistas, partícipes del denominado 4º poder o pulmón democrático que es la comunicación periodística, basan sus publicaciones en convicciones e ideales políticos?
Si acaso estos comportamientos se deben a la encegada fe que en sí mismos tienen los políticos, si es buena la intención de sus mentiras, el encubrimiento y colegueo de los periodistas que de ello sacan tajada...¿acaso justifica el fin los medios? Siendo además el fin un estrepitoso y sonoro fracaso.

La política convertida en negocio(nada nuevo), y el periodismo convertido en máximo beneficio monetario, olvidando cualquier valor moral propio en pos del poderoso Don Dinero y del tentador y venenoso poder. Lo más terrible, una ciudadanía que gusta de esta oligarquía mediática, de este control doctrinario bifurcador que nos enfrenta no por creencias y convicciones sino por colores que acaban no representando nada. En definitiva, un texto pesimista ante la perspectiva de un mundo estúpido que quiere seguir siéndolo


"El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio."

Winston Churchill

domingo, 20 de septiembre de 2009

Pequeño desvarío, retorcido como una serpiente barroca

¿A qué viniste con tus ropajes de seda? ¿Qué pulsiones buscabas provocar en mi interior con tus juegos de seducción, con aquella piel suave y ardiente que contorneabas ante mi hipnotizada mirada? ¿Acaso pretendías envenenarme con esos colmillos pequeños y libidinosos que escondes? ¿Furia y odio pretendías alimentar con tu presencia imborrable? ¿Alargar la agonía hasta la eternidad es tu función? Maldita eres y amada por todos a los que posees. Esperada y dificilmente rechazada. Ya no veo maldad en tus danzas, sólo inocencia e ignorancia bendita, que hiere y desangra así como endulza y halaga.
"¿A qué vinsite?" te pregunto y te preguntan todos los condenados, los egos encadenados, mas, yo si sé a qué viniste hoy, esperanza, a iluminar el día y a fabricar mi sonrisa.




<<¿Qué importa que la estrella esté remota y deshecha la rosa?. Aún tendremos el brillo y el aroma.>>

León Felipe

sábado, 19 de septiembre de 2009

¡Porque no existen! (generalización no precipitada)



Hagamos un pequeño ejercicio de empirismo barato. ¿No son numerosos los casos conocidos y sospechados, precisamente aún más en tiempos recientes de gloriosa democracia, avance moral y progreso político, en los que los políticos, gobernantes, señores y amos del poder elegidos por nuestro voto ofrecen de forma explícita su verdadera faz y confiesan con sus actos que su principal objetivo en el complejo mundo de la gobernación no es otro que el lucro personal? No, no contestéis, era una pregunta retórica. Lo más divertido de la cuestión es que lo que vemos reflejado en la caricatura se ha podido ver y escuchar en la realidad de un modo muy semejante.


Ante tanta corrupción y tanta ambición individual a uno le surgen varias preguntas. ¿Es inevitable? ¿Se trata este comportamiento de una actitud que ni siquiera el propio Ghandi podría haber eludido si se viese en el poder? ¿Es acaso el mundo político tal y como metaforiza la famosa obra de Tolkien con su anillo de poder corruptor? Quizá la corrupción surge como una necesidad nueva una vez se llega a una buena posición gubernamental, así como cuando tenemos coche por primera vez lo utilizamos algunas ocasiones sin que sea imprescindible o buscamos wifi desesperadamente una vez hemos aprehendido lo que es internet, posiblemente al tener un alto cargo público no podamos evitar malversar un poco de dinero estatal. En tal caso veo lógico que huyamos de la política castigándola con la más absoluta indiferencia o lo que es aún más común, que despreciemos a todo aquel que se dedique al politiqueo con auténtico y quién sabe si veraz rencor. En tal situación, ya podrán venir Obamas con auras de bondad y "yeswecans" que seguiremos desconfiando entrecerrando los ojos y rechinando los dientes.


En caso de que lo expresado en el párrafo anterior no acabe por ser del todo cierto, y si es posible que existan políticos que realicen bien su trabajo o que como mínimo, aunque lo hagan mal, la causa de su fracaso no sea el interés personal siendo todas sus acciones gestadas por la buena intención pretendiendo beneficiar al conjunto de la sociedad....¿por qué no les votamos?


viernes, 18 de septiembre de 2009

Necesitará un nombre...

No en vano es una de las situaciones que suelen adelantarse o prevenirse con mayor asiduidad, el bautizo. Es importante individualizar a cada cosa de algún modo en el lenguaje para poder comunicarnos con un mínimo de precisión, y aún más relevante resulta individualizarnos a nostros mismos con nuestros nombres, por muy repetidos que estén por el mundo. No sólo nos diferenciamos a través de esa palabra tan nuestra, también la revestimos un poco de nuestro propio orgullo y la convertimos en nosotros mismos en todo un alarde inconsciente de soportable vanidad.

A pesar de ello, y no se me niegue firmando con un nick(aún más de nuestra propiedad), también estamos los que, habiéndole cogido cariño a nuestro nombre, podemos abstraernos e intentarlo calificar de forma objetiva, incluso mostrando nuestro rechazo al mismo o tildándolo de feo, largo o extravagante. Incluso se conocen los numerosos casos de los que odian su nombre y que poco saisfechos con él, lo cambian en un proceso mucho más económico que una operación de estética facial. Muchos, pues, pensamos en el nombre como un simple título diferenciador, es decir, de una forma muy práctica y poco esteticista, quizá por ello, cuando nos toca bautizar, pasamos largo tiempo pensando un nombre que no suene estúpido por utilitario que sea y acabamos demostrando nuestra falta de criterio nominal(¿por qué hablo todavía en plural?).

En fin, lo que venía a decir es que estuve casi una hora meditando como titular este blog y, siendo como soy, aún tengo dudas sobe el nombre con el que terminé bautizándolo, de modo que prefiero adoptar un actitud pragmática y considerar, en el caso de que el título no agrade, que este sólo tiene una función práctica y apenas sin importancia. Pero en un blog, en algo aparentemente tan personal, ¿no merece el título un significado?¿No necesita describir brevemente lo que podemos encontrar? ¿Definir la línea que podrían seguir los textos? Probablemente sí, muy posiblemente un lector espere encontrar naraciones líricas, poesía o textos bucólicos al leer un título tan evocador, cuando ni siquiera yo sé que tipo de textos escribiré ni que estilo caracterizará esta web o aberración cibernética(acepto más calificativos).

Tras mucho reflexionarlo me convencí de que no debía utilizar referencias o citas, quería algo propio, no letras de canciones ni frases de personajes de ficción. Qué complicado pues si no puedo copiar, con lo fácil que es llamar a tu hijo Juan. ¿Pero debía escribir algo simbólico? Realmente no lo sé, ni siquiera sé si este título es realmente símbolico para mí, si bien la palabra "albaricoque" escuchada por una voz alegre y casi infantil puede tener un significado profundo y oculto aparte de una particular belleza sólo encontrada por unos pocos elegidos, también puede causar emociones y sensaciones dispares en todo aquel que la lea en determinado contexto. Así pues, "Febrero", un mes corto y frío, el mes en que imagino la estación de Saint-Lazare pintada por Monet, el mes en que nací(y todos no queremos al menos un poquito) podría provocar un interesante contraste con "tus labios", palabras que evocan una agradable cálidez e incluso erotismo. Cada cual podrá entener un Febrero y unos labios, y yo enteneré mi Febrero y tus labios, como si se tratase de pintura abstracta sin mensaje concreto, como música sin letra. ¡Viva el perspectivismo!

Me dejé llevar por la dulce e inocente belleza de las palabras sin centrarme en su significado, luego comprendí que su signifcado podía serlo aún más y olvidé que no quería pretensiones romanticistas ni tensiones existenciales y angustiosas propias de un Turner o un Maupassant, porque febrero y tus labios también puede ser lluvia y humo de cigarrillo con carmín, o risa frente a la chimenea y paredes naranja mandarina. Y si Febrero y tus labios son contradictorios es algo que aún no sé, ¿Lo sabes tú?



Pd:(Odio que no pueda dejar sangría en vez de separar los renglones...manías)